El Gobierno del presidente Donald Trump ordenó a Marriott International, única compañía estadounidense que administra un hotel en Cuba, el Four Points Sheraton en La Habana, que cierre sus operaciones hoteleras en la isla, dijo a Reuters una portavoz de la compañía.

La medida pone fin a lo que había sido un símbolo del deshielo entre La Habana y Washington.

La portavoz dijo que Washington ordenó cerrar las operaciones del hotel antes del 31 de agosto. Starwood Hotels, ahora propiedad de Marriott, se convirtió hace cuatro años en la primera compañía hotelera estadounidense en firmar un acuerdo con La Habana desde la revolución de 1959.

El acuerdo formó parte de la normalización formal de las relaciones diplomáticas emprendidas entre 2014-2016 por el expresidente demócrata Barack Obama tras décadas de hostilidad.

Pero el Gobierno de Trump ha dado marcha atrás a esa flexibilización, argumentando que busca presionar a Cuba para que realice una reforma democrática y deje de apoyar al presidente venezolano, Nicolás Maduro.

“Recientemente recibimos un aviso de que la licencia emitida por el Gobierno no se renovará, lo que obligará a Marriott a suspender sus operaciones en Cuba”, dijo a Reuters una portavoz de la compañía.

El Departamento del Tesoro ordenó el cierre de su operación en el Four Points Sheraton en La Habana y tampoco se permitiría que abra otros hoteles que se había estado preparando para operar en la isla.

El Tesoro y el Departamento de Estado no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios.

“En 2017, Trump prometió que no interrumpiría los contratos existentes que las empresas estadounidenses tenían con Cuba”, escribió en Twitter William LeoGrande, un experto en Cuba de la American University en Washington. “Promesa hecha, promesa rota”, agregó.

La noticia llega dos días después de que el Departamento de Estado amplió su lista de entidades cubanas con las que los estadounidenses tienen prohibido hacer negocios para incluir a la corporación financiera que maneja las remesas de Washington a Cuba.

Las sanciones de Estados Unidos han paralizado aún más una economía que ya sufre por una disminución de la ayuda de Venezuela y el fin de las misiones médicas a Brasil y otras naciones de América Latina.