La tensión con China en torno a Taiwán ha llevado a Estados Unidos a recalibrar si elimina algunos aranceles o impone otros a Pekín, aunque aún el presidente Joe Biden no ha tomado una decisión definitiva al respecto, según fuentes familiarizadas con las deliberaciones.

Sin embargo, su equipo ha buscado formas para aliviar los costos de los aranceles impuestos a las importaciones chinas durante el mandato de su predecesor, Donald Trump, mientras trata de frenar la disparada inflación.

Estados Unidos ha considerado una combinación de eliminación de algunos aranceles, el lanzamiento de una nueva investigación de la “Sección 301” sobre áreas potenciales para aranceles adicionales, y la ampliación de una lista de exclusiones arancelarias.

Esto, con la finalidad de ayudar a las empresas estadounidenses que sólo pueden obtener ciertos suministros de China.

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Alta inflación, clave en la decisión

Los aranceles hacen que las importaciones chinas sean más caras para las empresas estadounidenses, lo que, a su vez, hace que los productos cuesten más a los consumidores.

Reducir la inflación es uno de los principales objetivos de Biden de cara a las elecciones intermedias de noviembre próximo, lo que podrían cambiar el control de una o ambas cámaras del Congreso de manos demócratas a republicanas.

Ante la reciente visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, Estados Unidos busca ser sigiloso y no tomar acciones que puedan ser consideradas por China como una escalada en la tensión, pero tampoco un retroceso frente a la simulación de ataques de militares chinos. 

Si bien el presidente Biden aún no toma una decisión definitiva, la atención está centrada ahora en la llamada lista de exclusiones arancelarias aprobadas por Trump para más de 2,200 categorías de importación, incluidos muchos componentes industriales y productos químicos críticos. 

Sin embargo, estas expiraron cuando Biden asumió el cargo en enero de 2021. La representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, sólo ha restablecido 352 de ellas. 

Los grupos industriales y más de 140 legisladores estadounidenses le han instado a que aumente considerablemente las cifras.

Así, los próximos pasos de la administración Biden podrían tener un impacto significativo en cientos de miles de millones de dólares de comercio entre las dos mayores economías del mundo.

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Industrias ‘claman’ por eliminar aranceles 

Las industrias estadounidenses, desde la electrónica de consumo y los minoristas hasta la automotriz y la industria aeroespacial, ‘claman’ para que el presidente Biden elimine los aranceles de hasta el 25%, en su lucha contra el aumento de los costos y la escasez de suministros.

Los aranceles fueron impuestos en 2018 y 2019 por Trump a miles de importaciones chinas valoradas entonces en 370,000 millones de dólares para presionar a China ante un presunto robo de propiedad intelectual estadounidense.

Al respecto la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, afirmó que los aranceles se impusieron a bienes de consumo “no estratégicos” que habían aumentado innecesariamente los costos a consumidores y empresas, por lo que su eliminación podría ayudar a aliviar la rampante inflación.

Por su parte, Tai señaló  que los aranceles eran una “palanca importante” que debía utilizarse para presionar a China para que cambiara su comportamiento.

Se complica decisión 

Además de la respuesta de China a Taiwán, varios factores han complicado las deliberaciones de la administración de Biden. 

Cuando los funcionarios estadounidenses consideraron la posibilidad de deshacerse de algunos de los aranceles, buscaron que Pekín tuvieran la misma posición hacia Estados Unidos y fueron rechazados, según dos fuentes anónimas. 

Una de las fuentes dijo que la eliminación unilateral de algunos aranceles sobre las importaciones chinas quedó en suspenso debido en parte a que China no mostró ninguna voluntad de tomar medidas recíprocas o cumplir con sus compromisos de la Fase 1 del acuerdo comercial.

Ese acuerdo, alcanzado a finales de 2019 con la administración Trump, requería que China aumentara sus compras de productos agrícolas y manufacturados, energía y servicios estadounidenses en 200,000 millones de dólares en 2020 y 2021 con respecto a los niveles de 2017. 

Sin embargo, China incumplió con estos compromisos, que incluían un aumento de 77,700 millones de dólares en dos años en las importaciones de productos manufacturados estadounidenses, incluyendo aviones, maquinaria, vehículos y productos farmacéuticos.

El Instituto Peterson de Economía Internacional estima que China, efectivamente, no compró  ninguno de los bienes adicionales que prometió. En respuesta, Pekín culpó a la pandemia de COVID-19, que comenzó justo cuando se firmó el acuerdo en enero de 2020.

Decisión definitiva a la vista

La oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos se encuentra ahora en medio de una revisión reglamentaria de cuatro años de los aranceles impuestos por Trump, que podría tardar unos meses más en completarse. 

Los comentarios públicos finales sobre el mantenimiento de los aranceles deben presentarse antes del 23 de agosto.

Biden se ha mostrado preocupado por la retirada de los aranceles, en parte por la mano de obra, que es un sector clave para él, y por el hecho de que China no compre los productos que había acordado adquirir, según una de las fuentes.

La Casa Blanca se ha negado a establecer un calendario sobre cuándo se tomará una decisión definitiva.

Con información de Reuters