Los cierres intermitentes de las escuelas costarían a los estudiantes 17 billones de dólares en ingresos durante sus vidas y ya ha empeorado respecto a lo previsto el año pasado, señaló este lunes el Banco Mundial y algunas agencias de la ONU

El Banco Mundial, junto a Unicef y la Unesco, dijeron en un informe que la generación actual de estudiantes se arriesga a perder 17 billones de dólares en ingresos durante sus vidas, lo que equivale a cerca del 14% del PIB mundial, debido a las interrupciones de clases por la pandemia del COVID-19.

“La crisis del COVID-19 provocó que se pararan los sistemas educativos de todo el mundo. Ahora, 21 meses después, las escuelas permanecen cerradas para millones de niños, y otros es posible que nunca regresen a las aulas”, dijo Jaime Saavedra, director de Educación del Banco Mundial.

Esa estimación es mayor a la realizada el año pasado donde se preveía un impacto de 10 billones de dólares para los estudiantes de todo el mundo.

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Añadió que “La pérdida de aprendizaje que muchos niños están experimentando es moralmente inaceptable”.

Pero las interrupciones no han impactado a todos de la misma manera y el informe encontró que los niños más pobres o con discapacidades tienen menos acceso al aprendizaje remoto, mientras que los estudiantes más jóvenes se han visto más afectados en general.

Las niñas, en tanto, han tenido menos posibilidades de pasar a sistemas de aprendizaje remoto, al tiempo que han experimentado una mayor pérdida de clases, añadió el informe.