La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional colombiana (ELN) admitió este lunes su responsabilidad en un ataque con un carro bomba en la academia de policía en Bogotá que dejó 21 muertos el jueves pasado.
El cuerpo de guerrilla afirmó que se trató de un acto de guerra legítimo e instó al presidente de Colombia, Iván Duque, a regresar a la mesa de negociación.
“La Escuela de Cadetes de la Policía Nacional es una instalación militar; allá reciben instrucción y entrenamiento los oficiales que luego realizan inteligencia de combate, conducen operaciones militares, participan activamente en la guerra contrainsurgente y dan trato de guerra a la protesta social (…) por tanto la operación realizada contra dichas instalaciones y tropas es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente”, comunicó el grupo rebelde a través de su página de Internet.
El presidente colombiano ya había acusado al ELN del ataque, el peor de su tipo en los últimos 15 años, por lo que solicitó a Cuba capturar a 10 dirigentes del grupo rebelde que se encuentran en La Habana para luego extraditarlos a Colombia.
Pero Cuba negó la petición de Duque y anunció que actuará en estricto respeto a los Protocolos del Diálogo de Paz firmados entre el Gobierno de Colombia y el ELN, incluido el relacionado al caso de ruptura de la negociación.
#Cuba jamás ha permitido ni permitirá que su territorio sea usado para la organización de actos terroristas contra ningún Estado. #Cuba ha cumplido estrictamente su papel como Garante y Sede Alternativa de la Mesa de Diálogos de #Colombia entre el Gobierno y el ELN.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) 21 de enero de 2019
Estos protocolos establecen garantías mínimas de seguridad a los líderes guerrilleros para regresar a zonas montañosas o selváticas de Colombia, poniéndolos a salvo de operaciones militares durante un determinado tiempo acordado previamente.
Sin embargo, el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, mencionó en su cuenta de Twitter que su país “jamás ha permitido ni permitirá que su territorio sea use para la organización de actos terroristas contra ningún Estado” y que ha cumplido estrictamente su papel como garante y sede de la negociación.
El canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, y el alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos, reiteraron que Bogotá no reconoce los protocolos porque se trató de un acto terrorista e insistieron a La Habana a capturar a los líderes del ELN.
“No hay ni puede haber ninguna manifestación de perdón ni de amparo a un grupo que reconoció la autoría de este acto criminal, de este acto que no tiene justificación alguna”, mencionó Ceballos.
Duque ha advertido que su gobierno solo dialogará con ese grupo cuando libere a las personas que mantiene secuestradas y suspenda los ataques contra la infraestructura económica y las Fuerzas Armadas, demandas que la guerrilla rechazó..
El ELN, que tiene aproximadamente 2,000 combatientes y es considerada una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, es radical, tiene una cadena de mando difusa y disenso entre sus filas, lo que según fuentes de seguridad y analistas dificulta lograr un acuerdo de paz.
Sin embargo, el grupo rebelde, que surgió en 1964 inspirado en la revolución cubana, insistió en la necesidad de buscar una solución negociada al conflicto de más de medio siglo que dejó 260,000 muertos y millones de desplazados hasta el momento.
“Presidente Duque, queremos reiterarle que el camino de la guerra no es el futuro de Colombia, es la paz, por ello le recordamos que lo mejor para el país, es que envíe a su delegación de diálogos a la mesa, para darle continuidad al Proceso de Paz y a la construcción de los acuerdos que traemos desde el Gobierno anterior; camino de solución política del conflicto”, expresó la organización rebelde.