El apoyo de Estados Unidos a la suspensión de las patentes de las vacunas contra el COVID-19 chocó con la firme oposición de Alemania, aumentando una controversia que amenaza con frenar esta propuesta, cuya aprobación requiere del acuerdo de los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
También se opusieron a la iniciativa las grandes farmacéuticas como Pfizer, cuyo CEO, Albert Bourla, afirmó a la AFP que la empresa no estaba “para nada” a favor de levantar la protección de las patentes.
Mientras las naciones ricas enfrentan acusaciones de acaparar vacunas, el virus gana fuerza en el mundo en desarrollo donde las campañas de inmunización luchan por despegar en contraste con Estados Unidos y Europa, que comienzan a aflojar restricciones.
Uno de los lugares críticos de la pandemia está ahora en India, que registró este jueves un nuevo récord de casos y fallecimientos.
Precisamente el gigante asiático y Sudáfrica, están en la base de este llamado ante la OMC para acelerar la lucha contra esta pandemia que ha matado a más de 3.2 millones de personas en el mundo, según datos oficiales compilados por la AFP.
“La administración cree firmemente en la protección de la propiedad intelectual, pero para detener esta pandemia, apoya el levantamiento de las patentes”, había dicho el miércoles la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, celebró la “decisión histórica” de Estados Unidos, mientras que su homóloga de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala, la acogió “calurosamente”.
Francia también se mostró favorable a discutir sobre la suspensión temporal, al igual que Rusia, que hasta ahora ha creado cuatro vacunas, entre ellas la Sputnik V y su versión de una sola dosis, la Sputnik Light.
Menos entusiasta, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo el jueves que “la Unión Europea (UE) está lista para conversar sobre cualquier propuesta que responda a la crisis de forma efectiva y pragmática”.
Pero la oposición de Berlín ha dejado poco claro el destino de la propuesta.
La protección de la propiedad intelectual es una fuente de innovación y debe seguir así en el futuro,
afirmó una portavoz del gobierno de Angela Merkel
Efecto dominó
Por el momento, las patentes están principalmente en manos de los laboratorios estadounidenses, que en general se oponen a su eliminación porque, según ellos, esto les privaría de ingresos para financiar sus costosas innovaciones.
Los partidarios de la suspensión de patentes afirman que estimulará la producción de vacunas genéricas de bajo coste, ayudando a los países de menos recursos.
Pero los opositores argumentan que la medida erosionará el incentivo de los beneficios, que terminaría afectando la investigación y desarrollo farmacéutico.
Mientras tanto, la brecha se amplía entre naciones pobres y ricas en las que las campañas de vacunación -que incluso ya comenzarán a beneficiar adolescentes- ya permiten levantar algunas restricciones.
India ha estado liderando la lucha para autorizar a más compañías a producir vacunas, mientras enfrenta una severa ola de contagios que ha dejado a pacientes muriendo afuera de los hospitales a falta de camas y de oxígeno.
El gigante asiático reportó el jueves casi 4,000 muertes por COVID-19 y más de 412,000 infecciones, ambos nuevos récords.
Esta crisis provocó una reacción en cadena y la OMS advirtió el jueves que una nueva ola de contagios puede llegar a África debido al atraso en el suministro de vacunas desde India.
Polémica en Brasil
En Brasil, el Instituto Butantan, que produce la vacuna CoronaVac, afirmó el jueves que las reiteradas críticas del gobierno contra Pekín afectan la llegada de insumos para producir el inmunizante.
El presidente Jair Bolsonaro había insinuado el miércoles que China fabricó el virus en el marco de una “guerra química y bacteriológica”, en momentos en que el mayor país de Sudamérica registra más de 2,300 muertos por día en promedio semanal y totaliza casi 415,000 decesos.
Esa cifra lo ubica como el segundo país del mundo con más fallecidos por COVID-19, solo por detrás de Estados Unidos.
La semana pasada, un 40% de las muertes por coronavirus se produjo en las Américas, donde, según la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, “los hospitales están peligrosamente llenos”.
Quienes ya comenzaron a ser vacunados el jueves fueron algunos futbolistas de Paraguay y Uruguay, los primeros países que comenzaron a inmunizar a sus jugadores con las 50,000 dosis donadas por China a las diez federaciones de la región.
El lote debe incluir también a los futbolistas que participarán en la Copa América que se disputará en Argentina y Colombia entre el 13 de junio y el 10 de julio próximos.
Poco después, el 23 de julio, está previsto el inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio, para los que Pfizer y BioNTech suministrarán vacunas a las delegaciones participantes, según un acuerdo anunciado este jueves con Comité Olímpico Internacional (COI).