En menos de dos horas se acabará el fin de semana de tres días que se declaró en Reino Unido con motivo de la coronación del nuevo rey Carlos III y como todos los acontecimientos que rodean a la monarquía, de forma paralela a los festejos se ha desarrollado un intenso debate público sobre lo oportuno de organizar unas celebraciones tan fastuosas en los tiempos actuales.
El gobierno británico recalcó de antemano que no revelaría cuánto ha costado el evento hasta que éste concluyera y la cifra dependerá, en todo caso, de si se incluye o no la parte del presupuesto destinada, por ejemplo, a costear los dispositivos extraordinarios de seguridad.
El palacio de Buckingham, por su parte, no ofrece ningún tipo de información oficial al respecto, pero las estimaciones iniciales situaban el gasto entre los 50 y los 100 millones de libras.
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Por otra parte, también debe tenerse en cuenta el aumento de los ingresos en el sector del turismo y el ocio como consecuencia directa de este evento y que contribuye a contrarrestar el desembolso económico.
Pero, ¿quién paga exactamente la coronación?
Según la BBC, un “acontecimiento de Estado” de estas características corre a cargo del gobierno británico y del palacio de Buckingham a través del Sovereign Grant y el Privy Purse.
El primero es financiado por los contribuyentes británicos y que se destina a cubrir el costo de los viajes realizados por el soberano o los miembros de la familia real que le representan para cumplir su agenda oficial, y el segundo proviene de los ingresos privados del soberano.
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Con información de Reuters
