El mundo debe “confiar” en los compromisos chinos de lucha contra el cambio climático, dijeron el martes las autoridades del país tras la publicación del informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU el lunes.

China, primer contaminador mundial, se comprometió a reducir sus emisiones de gas de efecto invernadero antes del 2030, pero anunció paralelamente la reapertura de minas de carbón para incentivar la actividad económica.

“La comunidad internacional debe confiar plenamente en la aplicación por parte de China de sus acciones contra el cambio climático (…) Aplicaremos fielmente nuestros compromisos internacionales”, dijo el ministerio de Relaciones Exteriores en Pekín, en un comunicado dirigido a la AFP.

A menos de tres meses de la cumbre del clima COP26 en Glasgow (Reino Unido), los expertos de Naciones Unidas consideraron que el ser humano es “de manera indiscutible” responsable de las alteraciones climáticas y advirtieron de que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

El presidente chino Xi Jinping aseguró que su país llegará a su pico de emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030 y alcanzará la neutralidad de carbono alrededor de 2060.

También anunció que reduciría “progresivamente su consumo de carbón”, una fuente de energía especialmente contaminante. Pero la semana pasada se autorizó que 15 minas, que pueden suministrar unos 44 millones de toneladas de carbón al año, vuelvan a iniciar sus actividades. Anteriormente se había permitido la entrada en funcionamiento de nuevo de 38 minas de carbón.

Consecuencias “sin precedentes”

A menos de tres meses de la cumbre del clima COP26 en Glasgow (Reino Unido), los expertos del IPCC responsabilizan al ser humano por estas alteraciones y advirtieron de que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

El primer informe de evaluación del Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático en siete años, adoptado el viernes por 195 países, analizó cinco escenarios de emisiones, del más optimista al más pesimista.

En todos ellos, la temperatura del planeta alcanzaría el umbral de +1.5 ºC, respecto a la era preindustrial, para el 2030, diez años antes de lo previsto en la estimación del 2018.

Antes del 2050, se superaría este umbral, e incluso se llegaría a +2 ºC si no se reducen drásticamente las emisiones.

Esto supondría el fracaso del Acuerdo de París, que pretendía limitar el calentamiento por debajo de los +2 ºC, o de +1.5 ºC si fuera posible.

“Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta (…) No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas”, reclamó el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.

De cara a ese encuentro el presidente francés Emmanuel Macron pidió por Twitter sellar “un acuerdo que esté a la altura de la urgencia”.

En términos similares se manifestó el enviado especial estadounidense para el clima, John Kerry: “No podemos esperar (…) Todos los países deben tomar medidas valientes”.

Por su parte, la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, aseguró que “no es demasiado tarde para frenar la tendencia” 

Hasta ahora, sólo la mitad de los gobiernos revisaron sus objetivos iniciales de reducción de emisiones.