China dio a conocer este viernes que impondrá más aranceles de represalia contra bienes estadounidenses por valor de unos 75,000 millones de dólares, lo que marca la última escalada de una prolongada disputa comercial entre las dos economías más grandes del mundo.
La última salva de China se produce después de que Estados Unidos retrasó la aplicación de parte de los aranceles sobre 300,000 millones de dólares en productos chinos, incluidos los electrónicos de consumo, hasta el 15 de diciembre. Los gravámenes a otros productos sí se aplicarán a partir del 1 de septiembre.
El Ministerio de Comercio de China dijo en un comunicado que impondría aranceles adicionales del 5% o 10% sobre un total de 5,078 productos originarios de Estados Unidos que incluyen productos agrícolas, petróleo crudo, aviones pequeños y automóviles.
“La decisión de China de implementar aranceles adicionales fue forzada por el unilateralismo y el proteccionismo de Estados Unidos”, dijo el ministerio chino en un comunicado, agregando que sus aranceles de represalia también entrarían en vigencia en dos etapas el 1 de septiembre y el 15 de diciembre.
En meses previos, China había levantado las medidas punitivas contra los automóviles provenientes de Estados Unidos y piezas sueltas como gesto de buena fe a la espera de resultados en las negociaciones comerciales en marcha.
China también ha respondido devaluando el renminbi, lo que afectará en gran medida a ciertas empresas estadounidenses si la guerra comercial no cesa.
El asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo a Fox Business News que las negociaciones continuarían a puerta cerrada.