Por si las cosas no estuvieran suficientemente complicadas para Twitter, pues está en el ojo público por ser uno de los mayores micrófonos del mandatario estadounidense Donald Trump, el CEO de la empresa, Jack Dorsey, decidió recomendar a Myanmar como un lugar para vacacionar.

¿El problema? Pintó como un destino de tranquilidad y paz a una nación dirigida por un régimen militar que, tan solo en el mes transcurrido entre el 24 de agosto y el 25 de septiembre de este año, asesinó a 9,000 personas pertenecientes al grupo étnico rohinyás, según cifras de Médicos sin Fronteras.

Dorsey presumió un retiro de 10 días en silencio, que comenzó el 19 de noviembre.

“Imagina sentarte en un piso de concreto con las piernas cruzadas por una hora, sin moverte. El dolor comienza a los 35-40 minutos. La reacción natural es cambiar la postura para evitar el dolor. ¿Qué tal si, en vez de moverte, observas el dolor y decides permanecer quieto?”, publicó.

Reportes de organismos internacionales estiman que el número total de rohinyás muertos en Myanmar supera los 25,000, luego que el gobierno comenzó en agosto de 2017 una campaña en contra de esta minoría musulmana a la que culpan de todos los problemas del país. Unas 19,000 adolescentes y mujeres de este grupo étnico han sido violadas por miembros de las fuerzas armadas en ese lapso.

De acuerdo con las investigaciones de la ONU, los oficiales de Myanmar coordinaron este genocidio en gran parte mediante las redes sociales, especialmente Facebook.

Usuarios de  Twitter levantaron la voz luego de las declaraciones de Dorsey que describían con detalle la agradable experiencia que era viajar a aquel país y que concluían el hilo de varios tuits diciendo “y si están dispuestos a viajar aunque sea un poco, vayan a Myanmar”.

“Escribir lo que básicamente es publicidad gratis para Myanmar en este momento es reprensible”, publicó un usuario.

“No soy un experto en meditación, pero ¿se supone que debe convertirte en alguien tan obsesionado con ti mismo que se te olvida mencionar que estás en un país donde el ejército ha cometido asesinatos y violaciones masivas, forzando a cientos de miles a huir, en uno de los desastres humanitarios más grandes de la actualidad?”, tuiteó el director de comunicación en Europa de Human Rights Watch.

Este martes, Time Magazine nombró como personas del año a un grupo de periodistas, entre los que se encuentran Wa Lone de 32 años y Kyaw Soe Oo de 28 años, quienes fueron encarcelados por su investigación de la muerte de aldeanos de la minoría musulmana Rohinyá a manos de las fuerzas de seguridad del país y de la mafia civil.

Ambos fueron condenados el 3 de septiembre bajo la Ley de Secretos Oficiales de la era colonial, en un caso considerado como una prueba para las libertades democráticas en Myanmar.

“Esperamos que este reconocimiento genere conciencia del injusto arresto y encarcelamiento en Myanmar, y reafirmemos el papel esencial de una prensa libre en todo el mundo. Cada día que Wa Lone y Kyaw Soe Oo permanezcan en prisión es un ataque a la libertad de prensa”, dijo Reg Chua, jefe de operaciones editoriales de Reuters.

‘Tengo que aprender más’

Ante la oleada de críticas, el CEO de Twitter justificó que sólo estaba compartiendo una experiencia personal.

“Estoy consciente de las atrocidades sobre los derechos humanos y el sufrimiento en Myanmar. No veo que visitar, practicar o hablar con la gente sea una señal de aprobación. No pretendía disminuir el tema al no hablar de él, pero pude haber reconocido que no sé suficiente y tengo que aprender más”, publicó Dorsey en su perfil.