Los comicios primarios por la investidura presidencial demócrata comienzan este lunes en Iowa, en el medio-oeste de Estados Unidos, rumbo a las elecciones presidenciales de noviembre.
Iowa es el primer estado del país en celebrar la interna y a menudo juega un papel importante en la definición del postulante presidencial, aunque no siempre definitivo.
Una encuesta del diario The New York Times ubica al senador progresista Bernie Sanders con una oportuna y considerable ventaja de siete puntos en Iowa, por delante de tres aspirantes que aparecen con empate técnico: el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg; el exvicepresidente Joe Biden, y la senadora por Massachusetts, Elizabeth Warren.
Pero Warren, que tiene el mayor equipo de campaña en Iowa y lideró las encuestas allí, recibió el respaldo del influyente periódico de ese estado, el Des Moines Register, que la consideró como “la mejor líder para estos tiempos”.
Biden sigue encabezando las encuestas a nivel nacional mientras Buttigieg llegó a liderar los sondeos en Iowa. Y tanto Warren como la senadora Amy Klobuchar han promocionado el codiciado respaldo conjunto del NYTimes.
En paralelo, el juicio político del presidente Donald Trump en el Senado ha tenido su impacto.
En efecto, Sanders, Warren, Klobuchar y Michael Bennet, todos ellos senadores, se han alejado temporalmente de la campaña para atender al juicio político, dando la oportunidad para que Biden, Buttigieg y otros explotraran el vacío e intentaran sacar ventaja.
Con una carrera tan reñida, es posible que ninguno de los candidatos llegue como ganador a la convención demócrata del 13 de julio.
Para representar a los demócratas ante Trump, un candidato deberá tener el apoyo de al menos 1,991 delegados, que se asignan proporcionalmente a los aspirantes a la Casa Blanca según el resultado de cada votación de las primarias.
En total, durante las primarias serán atribuidos 3,979 delegados a los candidatos en función de su desempeño. Esos delegados estarán obligados a votar, en la primera vuelta de la convención, por su candidato asignado.
Si ninguno obtiene la mayoría en la primera vuelta, todos quedan libres de apoyar a quien consideren y otros 770 delegados, unas figuras controvertidas apodadas “superdelegados”, entrarán en la contienda. Se trata de cargos electos y personalidades del partido privados de voto en la primera ronda pero que luego pueden votar por cualquier candidato.
Con información de AFP