El gobierno del estado de California ha asestado un duro golpe a la Asociación Nacional de Atletismo Colegial de Estados Unidos (NCAA), al decidir que los atletas universitarios deberían tener derecho a firmar contratos de patrocinio, contratar agentes y lucrar con su imagen, un tema controversial desde la fundación de la asociación.
Entiendo lo que esos niños están pasando y me siento mal por ellos. Mi mamá y yo no teníamos nada y (si hubiera ido a la universidad) no hubiéramos podido aprovechar nada y la universidad se hubiera beneficiado. Montones de playeras con el número 23 se hubieran vendido sin que yo ganara nada
LeBron James, jugador de basketball profesional
Bajo las reglas actuales de la NCAA, los alumnos tienen prohibido recibir cualquier tipo de compensación económica más allá de la beca que les permite asistir a la universidad de forma gratuita. Los atletas tienen prohibido incluso vender autógrafos y múltiples campeonatos de basketball y fútbol americano han sido vacados debido a malas prácticas en este sentido.
La nueva ley californiana permite a los atletas lucrar con su nombre, imagen y apariencia, y les permite contratar agentes de representación. A menos que sea modificada, la ley entrará en vigor en 2023 y podría tener importantes ramificaciones en el deporte estadounidense a nivel colegial.
“Último momento: California permitirá que los atletas colegiales lucren con patrocinios, a pesar de advertencias de la NCAA de que la medida terminará con los deportes amateur”
Breaking: California will allow college athletes to profit from endorsements, despite warnings from the NCAA that the measure will upend amateur sportshttps://t.co/TmG2uLRcxo
— Los Angeles Times (@latimes) September 30, 2019
Debido a que la NCAA redacta normas, y no leyes, una vez que la ley entre en vigor la asociación se encontraría en una situación difícil en la que podría castigar a las escuelas californianas mediante la expulsión de la asociación, o podría permitirles estos cambios, lo que les daría una ventaja importante para atraer talento de preparatoria.
La ley busca corregir la controversial postura de la NCAA: una industria millonaria que no sólo no paga a sus atletas, sino que les impide generar ingresos mediante su talento. Múltiples atletas profesionales han señalado los peligros que esta situación presenta, pues una lesión a nivel universitario podría cambiar la vida de los atletas de alto rendimiento y tener un gran impacto en sus contratos profesionales.
La ley marca el principio del fin para un sistema que ha permitido que los atletas-estudiantes se conviertan en parias. Los jugadores de todas partes merecen derechos igualitarios y la NCAA deberá adaptarse o verse condenada a la irrelevancia. De cualquier forma, los jugadores y los aficionados seguirán disfrutando el deporte colegial
Ramogi Huma, director ejecutivo, Asociación Nacional de Jugadores Colegiales
La decisión californiana ya está comenzando un efecto dominó a nivel nacional, con Carolina del Sur y Pennsylvania en vísperas de instituir leyes similares.
En 2018, la NCAA reportó ganancias por 1,100 millones de dólares. De acuerdo con el Washington Post, en 2014, los 48 programas deportivos universitarios pertenecientes a las conferencias más ricas invirtieron en conjunto 4,400 millones de dólares.
Sin embargo, las ganancias de estos programas fueron de apenas 4,500 millones, lo que apoya la postura de las universidades de que los equipos no generan suficientes ingresos para pagar a los atletas. Ahora, California representa la punta de lanza en una legislatura que parece haber encontrado una solución al problema.