El candidato presidencial demócrata, Joe Biden prepara un ambicioso plan climático de dos billones de dólares en su primer periodo como presidente para invertir en infraestructura para energía limpia.
Biden promete recortar a cero las emisiones de carbono por generación eléctrica en 15 años.
El plan, que Biden detallará en un evento de campaña en su ciudad natal de Wilmington, Delaware, representa una estrategia más agresiva en política climática que la mostrada durante las primarias demócratas. Esto significa una concesión al ala progresiva del partido, que ha pedido más acciones en este rubro.
Su nuevo plan climático requiere que el país produzca 100% de energía limpia para 2035, quince años antes de la meta original. Esta nueva línea del tiempo fue tomada de las campañas presidenciales de Jay Inslee y Elizabeth Warren.
Biden también invertiría más y más rápido, y ha pedido dos billones de inversión en los primeros cuatro años, de acuerdo con una copia del plan emitida por su campaña. Originalmente, Biden había propuesto un gasto de 1.7 billones en una década.
El plan buscaría impulsar la industria automotriz de EU mediante incentivos para armadoras que produzcan vehículos cero emisiones. Además, buscaría construir 1.5 millones de viviendas públicas y casas eficientes en energía.
Biden argumenta que su plan climático ayudará a impulsar la economía de la nación y a crear millones de empleos, un esfuerzo que en parte pretende ganarse a los sindicatos de las industrias petroleras. “Es falso sugerir que tengamos que elegir entre nuestra economía y nuestro planeta”, dijo Biden en un evento en línea para recaudar fondos el pasado lunes
Consejeros de la campaña dijeron que el plan es un componente del paquete de recuperación económica de Biden, que han descrito como la más grande movilización de inversiones públicas desde la Segunda Guerra Mundial.
Los consejeros aceptaron que el plan climático es un esfuerzo para tomar control del tema antes de que lo haga el presidente Donald Trump. Trump ha abogado por legislatura que permita una gran inversión en infraestructura, pero su propuesta no llega al Congreso aún.
Dos congresistas republicanos de estados que producen energía, Steve Scalise de Louisiana y Mike Kelly de Pennsylvania, criticaron la propuesta de Biden en una llamada a prensa organizada por la campaña de Trump.
En ella acusaron a Biden de intentar complacer al ala liberal del partido, y advirtieron que en vez de impulsar la economía el plan eliminaría miles de trabajos bien remunerados y aumentaría los costos de la electricidad, con las familias de clase media y de bajos recursos absorbiendo la mayor parte.