La recuperación de la economía global tras la crisis de COVID-19 puede tardar hasta cinco años en visualizarse, según la economista en jefe del Banco Mundial, Carmen Reinhart.
Hemos visto colapsos (económicos) que están muy por fuera de la norma. Naturalmente, habrá rebrotes, pero la recuperación real tomará tiempo para que la persona promedio recupere los ingresos que tenía antes de la crisis; el PIB per cápita, tomará al menos cinco años (en recuperarse,
dijo Reinhart en un foro organizado por el diario El País el jueves.
Los casos a nivel mundial de COVID-19 ascienden a 30.2 millones de personas y cerca de 947,000 fallecimientos, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.
La economista dijo que los rebrotes sucederán en relación a la apertura de la actividad económica y que ésta se vuelva “más normal” una vez que las medidas de aislamiento terminen por completo.
Además, destacó que la recesión causada por la pandemia será más prominente y durará más en algunos países que en otros, según las declaraciones de Reinhart recuperadas por Business Insider.
En consecuencia, la tasa de pobreza a nivel mundial aumentará por primera vez en 20 años.
Después de la crisis de 2008-2009, más o menos sabía qué esperar, pero aquí estamos en una situación que es muy diferente. Todo depende en gran medida de la rapidez con la que haya una vacuna, de la rapidez con la que haya acceso global a ella,
indicó Reinhart.
En su última perspectiva económica, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que la perspectiva de recuperación es menos negativa de lo esperado, pero que 2020 marcará la peor contracción del crecimiento desde la Segunda Guerra Mundial.
Y ante la espera de una retroceso este año, los pronósticos hacia 2021 ya comenzaron a tener recortes. Por ejemplo, Oxford Economics recortó de 5.8% a 5.4% el crecimiento del PIB global, debido a una lenta reapertura económica.
Ese pronóstico coincide con el del Fondo Monetario Internacional de 5.4%, que también fue recortado desde 5.8%.
Mientras que el Banco Mundial vaticina una expansión de 4.2% el siguiente año.