Tres astronautas chinos volaron este jueves a una estación espacial inacabada en la primera misión tripulada de China desde 2016, expandiendo la ya creciente presencia del país cerca de la Tierra y desafiando el liderazgo de Estados Unidos en el espacio orbital.
Los astronautas viajaron a Tianhe, el módulo que será el hogar de la estación espacial completa de China, en Shenzhou-12, o “Buque Divino”. La tripulación subió a bordo del módulo, donde van a vivir por tres meses, el tiempo más largo de permanencia en la órbita terrestre por parte de cualquier ciudadano chino.
La estación espacial de China, cuya finalización está prevista para finales de 2022, será la única alternativa a la Estación Espacial Internacional (ISS, por su siglas en inglés), liderada por Estados Unidos, que ya tiene dos décadas de existencia y podría retirarse en 2024.
Si la ISS, respaldada principalmente por Estados Unidos, Rusia, Japón, Europa y Canadá, se desmantela, China sería el operador de la única estación espacial activa.
Eso le daría potencialmente un mayor poder para dar forma a las normas y regulaciones futuras para el espacio cercano a la Tierra, que ya está repleto de satélites chinos.
“En esta etapa actual, no hemos considerado la participación de astronautas internacionales, pero su participación futura estará garantizada”, dijo Zhou Jianping, diseñador jefe del programa espacial tripulado de China.
Zhou comentó que es “consciente de que muchos países han expresado su deseo en ese sentido”.
Prohibición de la NASA
Shenzhou-12 es la tercera de 11 misiones —cuatro de las cuales serán tripuladas— necesarias para completar la primera estación espacial de China. La construcción comenzó en abril con el lanzamiento de Tianhe, un módulo de forma cilíndrica apenas más grande que un autobús urbano.
Los astronautas del Shenzhou-12 Nie Haisheng, de 56 años; Liu Boming, de 54; y Tang Hongbo, de 45, probarán tecnologías en Tianhe, incluido su sistema de soporte vital. También serán monitoreados para ver cómo se desempeñan en el espacio física y psicológicamente. Una próxima misión a la estación espacial durará seis meses.
Como la ley estadounidense le prohíbe trabajar con la NASA y, por extensión, en la ISS, China ha pasado la última década desarrollando tecnologías para construir su propia estación espacial, además de planificar misiones a la Luna, Marte y otros planetas.