En Argentina, los bloques oficialistas del Congreso elaboran un proyecto de ley que fija un impuesto por única vez a grandes fortunas para financiar la campaña sanitaria y social contra la pandemia del COVID-19.
(El impuesto aplicaría) a unas 200 personas y unas 200 empresas que obtuvieron mayores ventas. Esperamos recaudar 2,500 millones de dólares,
dijo el diputado del Frente de Todos (peronistas y aliados) Hugo Yasky, en declaraciones a Radio Con Vos.
Sin embargo, para aprobar el impuesto a las fortunas, el gobierno enfrenta el dilema de cómo hacer para que sesione el Congreso, pues el presidente Alberto Fernández se opone a que se recurra al recinto para cumplir con la cuarentena.
“Si hace falta sesionar, habrá que ver la forma remota”, dijo el diputado oficialista Darío Martínez en una entrevista radiofónica.
Los fondos serán usados “para insumos sanitarios, o alimentos para los sectores más vulnerables”, dijo el diputado oficialista y presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller, en un comunicado de prensa.
El denominado “impuesto patria” no es mal visto por Fernández, quien ha admitido que el Estado “necesita obtener recursos porque la falta de actividad económica ha hecho caer la recaudación”.
Desde el 20 de marzo y al menos hasta el 26 de abril, el país sudamericano vive en aislamiento del que sólo están exentas las actividades esenciales como alimentos, farmacias y bancos.
El mandatario Alberto Fernández ejecuta un programa sin precedentes de inversión estatal de estímulo por 550,000 millones de pesos (8,000 millones de dólares al tipo de cambio del lunes).
Cerca de 11 millones de personas están registradas para cobrar un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) de 10,000 pesos (150 dólares), al tiempo que más de 220,000 empresas pidieron un rescate financiero para evitar la quiebra, según el gobierno.
Hasta este domingo, Argentina registra 1,975 contagios y 82 fallecimientos por COVID-19, de acuerdo con datos de la OMS.
Con información de AFP