El Gobierno de Argentina podría ceder terreno a los acreedores en cuanto a aspectos legales claves para llegar a un acuerdo para reestructurar cerca de 66,000 millones de dólares en deuda externa, aunque no aumentará la oferta de flujo de efectivo, dijeron dos fuentes a Reuters.
Actualmente, Argentina se encuentra en medio de un enfrentamiento con tenedores de bonos después de que los grupos de acreedores unieron fuerzas para rechazar esta semana la última propuesta del país, por lo que presentaron su propia contrapropuesta.
Al respecto, el gobierno de Alberto Fernández aseguró en repetidas ocasiones que no puede ofrecer más.
Sin embargo, dos fuentes cercanas al asunto revelaron que el gobierno podría estar dispuesto a ceder en algunas de las demandas de la contrapropuesta de los acreedores, siempre que ello no implique un aumento del flujo de caja en cualquier acuerdo final.
Argentina podría estar dispuesta a identificar cuáles son los puntos claves en las cláusulas legales que crean tensión y ruido dentro de la comunidad de inversores
dijo una fuente que habló bajo el anonimato.
La fuente añadió que se están llevando adelante conversaciones para ver qué concesiones se pueden hacer, lo que daría espacio para ‘cambiar y torcer’ la propuesta argentina existente, con la finalidad de aumentar el Valor Presente Neto sin poner más dinero.
Esto abriría la puerta a un escenario de mayor flexibilidad, aunque no en el flujo de caja real.
Una segunda fuente cercana explicó que el gobierno considera que la propuesta presentada por el país fue la última en cuanto a términos económicos, aunque agregó que puede haber algún margen de maniobra sobre cláusulas legales.
En términos legales, Argentina podría hacer modificaciones si surge el consenso de que las cláusulas existentes son de alguna manera defectuosas, aunque no habrá cambios en el VPN (valor presente neto
aseguró la segunda fuente consultada.
Consultado sobre el tema, el Ministerio de Economía argentino declinó hacer comentarios.
En tanto, los analistas aseguran que la brecha entre valoraciones de alrededor de tres centavos por dólar debería ser resuelta en conversaciones sobre el final, antes de la fecha límite actual del 4 de agosto para alcanzar un acuerdo y evitar un duro enfrentamiento legal.
Ese escenario ha ayudado a que suban los precios de los bonos argentinos, que ganaron en promedio 1.8% en la jornada de este 22 de julio.
Argentina cayó en mayo en su noveno default de la historia y se encamina a una contracción económica de entre el 10% y 12% este año debido al impacto de COVID-19, lo que daría una profundidad mayor a una recesión que inició en 2018.
Por su parte, Siobhan Morden, jefa de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont, dijo que un compromiso para una resolución sería un doble beneficio para Argentina, ya que le daría un alivio sustancial del flujo de caja y permitiría que el foco se vuelva al mercado de deuda doméstico y a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Es casi incomprensible que Argentina elija otra alternativa”, escribió recientemente en una nota.