El asesinato del general Qasem Soleimani regresó al Golfo Pérsico a los años posteriores a la invasión estadounidense de Irak en 2003, con facciones que amenazan a las tropas norteamericanas y el riesgo de una nueva guerra en la región.

La posibilidad del estallido de un nuevo conflicto armado en Medio Oriente se intensificó el fin de semana debido a una escalada en las tensiones entre los gobiernos de Estados Unidos, Irán e Irak.

Este último país declaró el bombardeo del viernes contra Soleimani en Bagdad un “acto de guerra” por parte de la administración de Donald Trump. Así lo hizo saber el embajador iraní ante Naciones Unidas, Majid Takht Ravanchi.

“Ellos (Estados Unidos) empezaron un conflicto militar al asesinar en un acto de terrorismo uno de nuestros principales generales. Entonces, ¿qué esperan que Irán haga? (…) Definitivamente habrá venganza, una dura venganza”, advirtió el diplomático.

Trump, por su parte, avivó el fuego con amenazas sobre acciones militares y otras sanciones contra los países que pongan en riesgo la integridad de personal, bienes o intereses estadounidenses.

Mientras tanto, la comunidad internacional empieza a emitir las primeras pero tibias reacciones ante el conflicto.

Segundo bombardeo letal en Bagdad

Tras darse a conocer el asesinato de Soleimani el viernes, la escalada en las tensiones continuó el sábado con un nuevo bombardeo estadounidense contra proiraníes en Irak.

Poco después de que el presidente estadoundense, Donald Trump, asegurara que no buscaba la guerra con Irán, Washington volvió a atacar en Irak. 

El ataque al norte de Bagdad contra un convoy de las Fuerzas de Movilización Popular o Hashd al Shaabi, una coalición de paramilitares proiraníes ahora integrados en el Estado iraquí, dejó varios “muertos y heridos”, según una fuente policial.

Más tarde, dos proyectiles cayeron en la Zona Verde de Bagdad, donde se encuentra la embajada estadounidense atacada el martes por miles de manifestantes iraquíes favorables a Irán, indicaron responsables de seguridad iraquíes y de esta zona.

En respuesta, Trump amenazó con que tiene en la mira 52 sitios en Irán y los atacará “muy pronto y muy duro” si Teherán actúa contra personal o bienes estadounidenses.

Por la noche, un grupo de supuestos hackers iraníes pirateó el sitio web de una agencia federal estadounidense poco conocida, publicando mensajes que prometen vengar la muerte de Soleimani.

La página de inicio del Programa Federal de Bibliotecas de Depósito fue reemplazada por una imagen en la que se leía “¡Hackers iraníes!”, y que mostraba fotos del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, y la bandera iraní.

Reducir Tel Aviv a polvo

El domingo Trump lanzó de nuevo la advertencia de que Estados Unidos golpearía a Irán más fuerte que nunca si atacaba intereses estadounidense, en represalia por el asesinato de Soleimani.

“Si nos atacan de nuevo, lo que les advertiría que no hagan, ¡les golpearemos más fuerte de lo que jamás han sido golpeados antes!”, tuiteó el mandatario.

El ministerio de Relaciones Exteriores iraquí, por su parte, denunció en el Consejo de Seguridad de la ONU los “ataques estadounidenses contra bases iraquíes”, y el “asesinato de comandantes militares iraquíes y amigos”.

Más tarde, se dio a conocer que el Parlamento de Irak pidió al gobierno “poner fin a la presencia de tropas extranjeras” en el país, empezando por “retirar su petición de ayuda” lanzada a la comunidad internacional para combatir al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Trump respondió con una amenaza a Irak sobre sanciones “muy grandes” si obliga a las tropas estadounidenses a abandonar su territorio.

Ya hacia la noche del domingo, un alto funcionario iraní advirtió que su país atacaría Israel y reduciría Tel Aviv y Haifa “a polvo” si Estados Unidos lleva a cabo las amenazas sobre atacar 52 sitios iraníes.

Irán deja el acuerdo nuclear

También el domingo, Irán anunció la “quinta y última fase” de su plan de reducción de compromisos en materia nuclear, y afirmó que se desliga de cualquier límite “al número de sus centrifugadoras” de uranio.

En un comunicado, el gobierno de la República Islámica indicó, no obstante, que “la cooperación de Irán con el Organismo Internacional de Energía Atómica, que controla minuciosamente el programa nuclear de Teherán, continuará como antes”.

El gobierno señaló que, “a causa” de su decisión sobre las centrifugadoras, “ya no queda ningún obstáculo que dificulte el programa nuclear de la República Islámica de Irán en el plano operativo”.

Teherán agregó que “el programa nuclear de Irán, a partir de ahora, se desarrollará únicamente en base a las necesidades técnicas del país”.

Hasta ahora, la República Islámica siempre había indicado que necesitaba enriquecer uranio en torno al 5%, no más, un nivel suficiente para producir el combustible necesario para generar electricidad en una central nuclear. 

Eso sí, el gobierno reiteró que está dispuesto a dar marcha atrás en cualquier momento.

“Si las sanciones (contra Irán) se retiran” esperados por el acuerdo internacional sobre su programa nuclear, rubricado en 2015, la República Islámica está dispuesta “a volver” a la aplicación completa de sus compromisos, dijo el gobierno iraní.

Comunidad internacional expectante

Tras las diversas acciones militares que se vivieron en el fin de semana, la comunidad internacional reaccionó con peticiones para reducir las fricciones.

Uno de los primeros países en emitir una postura oficial, fue Venezuela, cuyo gobierno mantiene una estrecha relación con Irán. En un comunicado, la cancillería venezolana condenó “firmemente” el ataque que asesinó a Soleimani.

China exhortó a Estados Unidos a “no abusar de la fuerza” tras su ataque en Irak. 

“La peligrosa operación militar estadounidense viola las normas fundamentales de las relaciones internacionales y va a agravar las tensiones y las turbulencias regionales”, le dijo el canciller chino, Wang Yi, a su homólogo iraní, Mohamad Javad Zarif, durante una conversación telefónica, según un comunicado del gobierno chino.

Los primeros mandatarios de Alemania, Francia y el Reino Unido acordaron trabajar juntos para reducir las tensiones en Medio Oriente, de acuerdo con la declaración de un portavoz del gobierno alemán.

“La canciller (Angela Merkel), el presidente francés (Emmanuel Macron) y el primer ministro británico (Boris Johnson) acordaron trabajar juntos para reducir las tensiones en la región”, dijo el funcionario, luego de que Merkel se entrevistara por teléfono con Macron y Johnson.

No obstante, de manera independiente Macron aseguró a Donald Trump “su total solidaridad con los aliados”, y pidió a Irán abstenerse “de cualquier escalada militar que pueda agravar aún más la inestabilidad regional”.

El gobierno de México llamó al diálogo: “El gobierno de México sigue con preocupación los recientes sucesos en Irak e Irán. En apego a los principios constitucionales de política exterior, refrenda el valor del diálogo y la negociación en la solución de controversias internacionales”.

El papa Francisco, por otro lado, hizo un llamado para mantener “el diálogo y el autocontrol”, en medio de las tensiones en la región medioriental, aunque no citó ningún país en concreto, tras la oración del Ángelus en la plaza de San Pedro en el Vaticano.

Qasem Soleimani será enterrado el martes en su ciudad natal de Kerman, al centro de Irán, según lo anunciado por los Guardianes de la Revolución, pero el conflicto internacional parece que apenas inicia.

Con información de AFP