Elizabeth Albarrán y Miguel Moscosa

Con la posible llegada de Victoria Rodríguez Ceja como gobernadora de Banco de México (Banxico) y las coincidencias que pueda tener con el subgobernador, Gerardo Esquivel, la política monetaria del país podría tomar un nuevo enfoque con tintes de política fiscal. 

En medio de una alta inflación, uno de los temas que no podrían ser indiferentes para Rodríguez Ceja es el impacto que tiene el alza de las tasas de interés en el costo financiero de la deuda, pues si se elevan, el gobierno tiene que desembolsar más dinero del presupuestado, de acuerdo con expertos en política monetaria y finanzas públicas.  

Y al parecer es un tema que también preocupa y ocupa al subgobernador Gerardo Esquivel, quien ha mantenido un voto disidente para continuar elevando las tasas de referencia ante el crecimiento de la inflación, argumentando el impacto que tiene en las finanzas públicas del país, según las minutas que publica el banco central. 

De hecho, la última minuta publicada este jueves señala que un miembro de la Junta de Gobierno mencionó que dichos incrementos a la tasa tienen un impacto negativo sobre el consumo, la inversión, el crédito, las finanzas públicas y los mercados financieros, por lo que no solo son ineficaces, sino también ineficientes.

Con este panorama, en el que dos miembros de la Junta de Gobierno de Banxico podrían mostrar preocupación sobre el aumento del costo de la deuda por el alza en las tasas de interés que realicen; es posible que exista cierta dominancia fiscal en Banxico. 

La dominancia fiscal significa que la política monetaria del banco central sea un súbdito de la situación de las finanzas públicas, en este caso, por el temor a que haya un mayor pago de intereses por la deuda interna del país

comentó Abraham Vela, economista y exfuncionario de Banxico.

El riesgo de esto es que se descuide de cierta manera el mandato del banco central que es mantener una inflación estable y sostenible, expuso Vela. 

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Si la inflación persiste, las expectativas de los próximos 12 o 24 meses de la inflación se van a deteriorar, lo que implica que el aumento de las tasas de interés sea uno a uno con el aumento de la inflación. 

Y un escenario de mayores tasas de interés no serán buenas noticias para el costo financiero de la deuda y por tanto para las finanzas públicas del país.

¿Cómo está el costo financiero de la deuda?

Para el cierre de este año, el costo financiero de la deuda se estima sea de 723,898.5 millones de pesos; mientras que para el 2022, dicho costo aumentará a 791,463.8 millones de pesos, lo que representaría el pago más alto que se haya hecho desde 1990. 

Durante una comparecencia ante Diputados en octubre, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio subrayó que el aumento a la tasa de interés genera un incremento al costo financiero de la deuda. 

“Esto lo que significa es que va a empezar a encarecerse o incrementarse el costo financiero de la deuda, pero ya tratamos de hacer lo más que podemos para refinanciar lo más que podamos y aprovechar este ambiente de tasas bajas”, dijo Yorio el pasado 7 de octubre.

Los aumentos de las tasas de interés han orillado al gobierno a refinanciar alrededor de 10,000 millones de dólares en los mercados internacionales, tratando de colocar la deuda extranjera en los mercados con las tasas más bajas como en Estados Unidos, Europa y Japón.

En su momento, Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP), dijo que para 2022, el costo financiero de la deuda tranquilamente podría ser entre 3.1% y 3.2% del PIB.

Siendo conservadores, por cada aumento de 25 puntos base de la tasa de referencia, el costo financiero aumenta entre 15,000 y 20,000 millones de pesos

dijo Villarreal

Mi compromiso es combatir la inflación: Rodríguez Ceja

Luego de ser anunciada como la nueva nominada para ser gobernadora de Banxico, Rodríguez Ceja dio un breve mensaje en el que aseguró que combatirá la inflación. 

El mensaje se da justo cuando la inflación del país se ubicó en 7.05% en la primera quincena de noviembre y ante la posibilidad de que el 2021 cierre el año con la inflación más alta en los últimos 20 años. 

La poca experiencia en política monetaria permite a los analistas dudar en cual será su postura. Pero lo que podría quedar claro es que, sí podría pensar más de dos veces su voto para elevar la tasa de referencia.