Por Mario Gámez y Miguel Moscosa
La decisión de la Reserva Federal (Fed) de retirar gradualmente los apoyos a la economía estadounidense -una acción conocida como tapering- presionará al peso mexicano de cara al próximo año; incluso, el tipo de cambio podría alcanzar niveles superiores a 21 unidades por dólar.
Lo que más le va a impactar del tapering a los mercados emergentes es el tipo de cambio, no solo en México sino a nivel global, por un dólar más fuerte. Vamos a ver un tipo de cambio más débil para el siguiente año, quizá en 21.50
dijo en entrevista Luis Gonzali, director de inversiones de Franklin Templeton.
A lo largo del año, la moneda nacional acumula una depreciación de 3.01%, siendo la octava moneda con las mayores pérdidas, por detrás del dólar neozelandés, dólar de Hong Kong, rupia indonesia, rupia india, dólar de Singapur, corona checa y franco suizo .
En su última cotización interbancaria, el dólar cerró en 20.5840 pesos, de acuerdo con datos de Banco de México (Banxico).
Humberto Calzada Díaz, economista en jefe para Rankia Latinoamérica comentó que los episodios de volatilidad se irán observando conforme el mercado asimile la reducción en la compra de activos.
El tapering podría ser una presión a la alza para el tipo de cambio porque (en el mercado) habrá menor oferta de dólares (…) Esta noticia va a tardar un poco en asimilarlo el mercado y la reducción de 15,000 millones de dólares no representan un mayor temor para los inversionistas
dijo Calzada
Desde el inicio de la crisis, la Fed empezó la compra mensual de activos en 80,000 millones de dólares en valores del Tesoro y por 40,000 millones de dólares en valores respaldados por hipotecas a fin de dotar de liquidez a la economía golpeada por la pandemia del COVID-19.
Con la reducción gradual, el ente monetario dejará que la economía tome su propio ritmo sin estos estímulos, que a partir de finales de este mes la tenencia en valores del Tesoro será de 70,000 millones de dólares y de 35,000 millones en valores respaldados por hipotecas.
Banxico, sin cambio en la ruta en tasa de interés
Otro de los rubros a evaluar con el inicio del tapering es la conducción de la política monetaria, donde la Fed iniciaría el incremento a su tasa de referencia a finales del próximo año, una medida en la que Banxico empezó hace unos meses, pero que no modificará hacia 2022.
Calzada Díaz prevé que Banxico se mantendrá en el ritmo como lo ha venido haciendo y podría incrementar su tasa de referencia en 25 puntos base en las últimas dos reuniones de este año, para ubicarla en 5.25%, desde el 4.75% actual.
“Vemos uno o dos aumentos más a la tasa, todo dependerá de cómo se comporte la inflación”, planteó Calzada Díaz.
Bajo este escenario, Gonzali explicó que Banxico deberá mandar la señal de que está combatiendo la inflación, que hasta la primera quincena de octubre fue de 6.12%.
Mientras que en la Fed, el alza a la tasa sería después del segundo semestre de 2022, pues a pesar de observar un incremento generalizado de los precios puede hacer frente a estos episodios.
“(…) los bancos desarrollados, incluyendo la Fed, no tienen mucha prisa por combatir la inflación, vienen de un periodo de 20 años con inflaciones debajo del objetivo, entonces tienen mucha más capacidad de aguantar inflaciones altas hoy que mercados emergentes”, precisó Gonzali.
Bonos, con más presión que acciones
El mercado de renta fija, donde están los bonos de largo plazo, tendrá mayores episodios de volatilidad que el de renta variable, conforme la Fed retire los estímulos. El ente monetario apunta a finalizar el tapering a mediados de 2022, aunque no descartó cambiar el ritmo dependiendo de la evolución de la economía.
Probablemente en renta fija sí veamos las tasas subir porque al final del día es un jugador muy importante retirándose del mercado. Dado la coyuntura de inflación que estamos viendo, los bonos del Tesoro a 10 años en Estados Unidos están muy bajos, pero debería estar en 5% o 6%. No creemos que lleguen ahí, pero sí probablemente alrededor de 2% o 2.25% en los próximos meses
indicó Gonzali.
Los retornos de la deuda gubernamental a 10 años cerraron el miércoles en un nivel de 1.60%. De subir por encima de 2% regresarían a niveles de 2019, previo a la pandemia.
En tanto, las bolsas de Estados Unidos marcaron máximos históricos en la sesión anterior, debido a que los inversionistas ya descontaban el inicio de la reducción de compras de la Fed tan pronto como este año.
La inyección de liquidez sin precedentes del banco central estadounidense ha impulsado a récords las acciones desde el año pasado. Para dimensionar, el índice S&P 500 marcó el martes su máximo histórico número 62 en 2021, el cuarto año con más récords desde 1928.