La diferencia en el sector automotriz sobre las reglas de origen es un episodio que no traerá problemas mayores en la relación comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, consideró el director general del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), Fernando Ruiz Huarte.

De acuerdo con lo acordado en el T-MEC, el Valor de Contenido Regional obliga a los tres países miembro a subir gradualmente —en tres años— la fabricación de vehículos del 62.5% a 75%, pero en la práctica el problema radica en el cálculo del contenido.

El tema automotriz fue uno de los más trabados en las negociaciones del T-MEC y a un año de su implementación surgieron estas diferencias, en las que de no cumplir con el valor de contenido regional se aplicaría un impuesto de 2.5%.

Por el lado del Valor de Contenido Laboral, los socios acordaron incrementarlo de 30% al 40% en 2023. Este porcentaje tiene que ser de productos o servicios que se den en regiones con pago de salarios de 16 dólares la hora.

Si compramos algún producto de Estados Unidos y lo terminamos en México o lo incorporamos a automóviles, ese 30% puede cumplir la regla de origen (…) hay autoridades en Estados Unidos que piensan que esto no debe de ir, sino que todos los productos que deben cumplir con los 16 dólares deben ser producidos en México y no tomarlos como región, lo que nos parece que no va con el espíritu del T-MEC

 dijo Ruiz Huarte en conferencia de prensa.

El exnegociador del T-MEC, Kenneth Smith Ramos dijo a Reforma que si en México una empresa ensambla un asiento de un vehículo que es mexicano, pero la tela de ese asiento viene de un proveedor de Estados Unidos que representa el 20% del valor de contenido laboral y donde se pagaron salarios de 16 dólares la hora, las empresas mexicanas tienen derecho a contabilizarlo a favor del valor de contenido laboral.

Pero Estados Unidos no lo interpreta de esa manera.

“Pienso que se aclarará y que todos nos pondremos de acuerdo relativamente fácil porque estamos muy integrados en la industria automotriz. Esto afectaría a la integración regional que busca el T-MEC”, agregó el directivo.

De enero a mayo, la estructura de las exportaciones de México indica que el 81.31% va hacia Estados Unidos y de esa proporción, el 26.20% es del sector automotriz.

Ruiz Huarte consideró que esta discusión apenas inicia y no hay indicios de pensar que se llegará a alguna queja formal bajo lo estipulado en el T-MEC: “Me parece que no. Las pláticas solucionarán el problema”.

Durante el primer semestre del año se han producido un millón 595,701 vehículos ligeros, mayor en 31.84% a los reportados en el mismo lapso de 2020; mientras que las exportaciones han repuntado 33.52% anual a millón 404,637 autos, según el Inegi.

Para tratar el tema, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, visitará a la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai.