El número de estadounidenses que solicitó por primera vez ayuda por desempleo cayó inesperadamente la semana pasada, pero siguió siendo alto debido a que más negocios enfrentaron restricciones y los consumidores se resguardaron en medio de una nueva explosión de casos de COVID-19.
Un informe separado mostró que el gasto del consumidor cayó el mes pasado por primera vez desde abril.
Las solicitudes iniciales de beneficios estatales por desempleo alcanzaron un total ajustado por estacionalidad de 803,000 en la semana que terminó el 19 de diciembre, una baja desde las 892,000 de la semana previa, informó este miércoles el Departamento del Trabajo.
Economistas consultados por Reuters habían proyectado 885,000 solicitudes durante la última semana.
Si bien las solicitudes de subsidios por desempleo han caído desde un récord de 6.867 millones en marzo, permanecen sobre el máximo de 665,000 de la recesión de 2007-09.
El informe semanal de pedidos de ayuda por desempleo se publicó un día antes porque las oficinas gubernamentales estarán cerradas el 24 de diciembre. El dato fue consistente con otras débiles cifras económicas recientes, incluida una caída de la confianza del consumidor a un mínimo de cuatro meses en diciembre.
La recuperación tras la recesión provocada por la pandemia también se está debilitando por la demora del Congreso en la tramitación de un nuevo rescate. La ayuda gubernamental por más de 3 billones de dólares para enfrentar la pandemia llevó a un crecimiento histórico en el tercer trimestre.
El lunes, el Congreso aprobó un paquete adicional de estímulo fiscal por casi 900,000 millones de dólares, pero algunos economistas dijeron que era demasiado poco y demasiado tarde.
Estados Unidos está siendo golpeado por una nueva ola de casos de coronavirus, con más de 18 millones de personas infectadas y casi 320,000 muertos, según un recuento de Reuters de datos oficiales. Los gobiernos estatales y locales han vuelto a imponer restricciones a las empresas, reduciendo el gasto de los consumidores y desatando una nueva ronda de despidos.
En tanto, un informe del Departamento de Comercio mostró el miércoles que el gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica de Estados Unidos, cayó un 0.4% en noviembre después de haber crecido un 0.3% en octubre. Fue la primera caída en el gasto de los consumidores desde que comenzó su recuperación en mayo.
Economistas habían estimado que el gasto del consumidor disminuirá un 0.2% en noviembre. La economía entró en recesión en febrero.
La serie de datos débiles refuerza las expectativas de los economistas de una desaceleración significativa del crecimiento en el cuarto trimestre y una posible contracción de la producción en los primeros tres meses de 2021, a pesar del estímulo y la distribución de dos vacunas para combatir el COVID-19.
Aunque el nuevo paquete de rescate incluye pagos directos a la mayoría de los estadounidenses, economistas esperan que una parte de los cheques de estímulo se destine al ahorro. Los expertos en salud también advierten que podría pasar un tiempo antes de que se alcance la inmunidad de rebaño.
“El jurado aún está deliberando si los consumidores gastarán el dinero que se les entregue”, dijo Chris Rupkey, economista jefe de MUFG en Nueva York. “Parece que gran parte de los pagos de impacto económico originales fueron destinados a ahorro”.
El paquete de estímulo también incluye la extensión de un subsidio semanal por desempleo por otras 11 semanas, ampliará un programa de préstamos para pequeñas empresas y destinará dinero a escuelas, aerolíneas, sistemas de transporte y distribución de vacunas.
Con información de Reuters