Se ensombrece (aún más) el panorama para la economía mexicana.

El Producto Interno Bruto (PIB) no avanzó en el periodo julio-septiembre, como había informado de forma preliminar el Inegi, y además se registraron tres trimestres al hilo con contracciones, de acuerdo con cifras definitivas de instituto, lo que abre de nuevo la discusión sobre la existencia de una recesión técnica en la primera mitad del año.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó este lunes que el PIB tuvo un nulo avance en el tercer trimestre frente al periodo previo. En su cifra preliminar para el periodo, el organismo había reportado un avance de 0.1%.

Por grupos de actividades, las primarias avanzaron 3.3%, las terciarias tuvieron un ligero avance de 0.1%, y las actividades secundarias se contrajeron 0.1%.

Con los datos revisados por el Inegi se observan tres contracciones consecutivas de la economía: en el cuarto trimestre de 2018, así como en el primer y segundo de este año.

Actualmente no hay un consenso sobre cuándo una economía está en recesión técnica. Generalmente se refiere a dos trimestres al hilo con caídas en el PIB, sin embargo, analistas argumentan que deben considerarse otras variables, como los salarios o exportaciones.

El Inegi confirmó además este lunes que la economía en los nueve primeros meses del año se estancó respecto al mismo periodo de 2018.

A tasa anual, el Producto Interno Bruto se contrajo 0.2%, cifra menor al dato preliminar de 0.4%, pero aún así se trata de la primera contracción desde el cuarto trimestre de 2009, cuando la caída fue de 1.8% y en medio de la más reciente crisis económica mundial.

Las actividades primarias repuntaron 5.4%, mientras que las terciarias apenas avanzaron 0.1%. En tanto, el PIB de las secundarias se contrajo 1.5%.

Los débiles datos dados a conocer por el Inegi refuerzan el pesimismo de grupos de análisis y organismos internacionales, que han recortado sus previsiones para la expansión de la economía mexicana en 2019 y 2020.

El gobierno federal argumenta que el “crecimiento escaso”, como le ha llamado el presidente Andrés Manuel López Obrador al estancamiento de la economía, obedece a que se está poniendo orden al gasto público, así como a una desaceleración mundial sincronizada.