La producción industrial cayó 5.4% en Estados Unidos en marzo por efecto de la pandemia del COVID-19 que obligó a muchas fábricas a cerrar sus puertas, según datos publicados este miércoles por la Reserva Federal (Fed).
Es la caída más profunda desde enero de 1946. “La mayor parte de las industrias tuvieron caídas” de producción pero “la más fuerte fue en (el rubro) vehículos y piezas de automóviles”, destaca la Fed en un comunicado.
Economistas consultados por Reuters habían previsto que la producción manufacturera caería 3.2% en marzo. El dato de producción en Estados Unidos sugiere que la inversión empresarial se contrajo más en el primer trimestre.
Los malos datos económicos de Estados Unidos dan sustento a análisis, como los de Goldman Sachs, de que el Producto Interno Bruto de Estados (PIB) se contraerá 6.2% durante 2020 en una base promedio anualizada, debido al impacto del COVID-19 en la economía.
La producción no es la única que se ha visto presionada en la principal economía del mundo. Las ventas minoristas en Estados Unidos sufrieron un desplome histórico en marzo, ya que los cierres obligatorios de las empresas para controlar el avance del coronavirus deprimió la demanda por muchos artículos, con un gasto del consumidor camino a su peor declive en décadas.
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El Departamento de Comercio dijo el miércoles que las ventas minoristas cayeron 8.7% el mes pasado, el mayor hundimiento en el dato desde 1992, cuando el gobierno empezó entregar estadísticas del segmento. Analistas esperaban una baja de 8.0%.
La cifra de febrero, de un declive de 0.5%, se revisó a una baja de 0.4%.
Otro dato a la baja fueron los inventarios mayoristas en Estados Unidos, que cayeron en febrero, con declives en las importaciones y pronósticos de más descensos, ya que el brote de coronavirus afectó fuertemente las cadenas globales de suministros y el flujo de bienes.
El Departamento de Comercio dijo que los inventarios mayoristas se redujeron 0.4% tras el descenso de 0.3% de enero.
Nueva York, peor que en la Gran Recesión
La manufactura en el área de Nueva York cayó hasta un mínimo histórico, peor que cualquier dato durante la Gran Recesión.
El índice de manufactura Empire State para abril llegó a -78.2 unidades, peor incluso que el -32.5 esperado por los economistas encuestados por Dow Jones. La peor lectura que el índice había visto fue -34.3 durante la crisis financiera.
El índice mide a las compañías que informaron mejores condiciones en comparación con las peores durante el mes pasado. Solo el 7% informó condiciones más fuertes, mientras que el 85% dijo que las cosas se habían debilitado.
El informe muestra que “la fabricación está en crisis”, dijo Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics, quien agregó que el índice apunta a una lectura de alrededor de 35 puntos sobre la manufactura más amplia de ISM para el mes. Cuando el índice se ubica por debajo de 50 unidades representa una contracción.
A medida que las empresas cerraron debido a restricciones de coronavirus, no fue una sorpresa que las empresas en Nueva York, que ha sido el epicentro de los casos en los Estados Unidos, experimenten una recesión o un paro casi total. Sin embargo, las perspectivas futuras no eran mucho mejores, ya que el índice de expectativas futuras registraba una lectura del 7%.
Los nuevos pedidos y envíos disminuyeron a un ritmo récord. Los tiempos de entrega se alargaron y los inventarios cayeron. Los niveles de empleo y la semana laboral promedio se contrajeron a un ritmo récord
dijo la Reserva Federal de Nueva York en un comunicado.
“Los aumentos de los precios de los insumos disminuyeron considerablemente, mientras que los precios de venta disminuyeron modestamente. Aunque las condiciones actuales eran extremadamente débiles, las empresas esperaban que las condiciones fueran un poco mejores dentro de seis meses”, detalló la Reserva Federal de Nueva York.
Casi el 59% de las compañías reportaron menos empleados contra solo 3.3% diciendo que tenían más. Alrededor del 77% dijo que los nuevos pedidos habían caído, mientras que el 76% informó una disminución en los envíos. Un 51% neto de compañías dijo que la semana laboral promedio había disminuido.
Con información de AFP y Reuters