La preocupación por una inflación persistentemente alta en Reino Unido creció este miércoles, debido a que las medidas clave de crecimiento de precios monitoreadas por el Banco de Inglaterra (BoE) no lograron disminuir durante julio, a pesar de una caída en la tasa de inflación general.
La tasa anual de inflación en los precios al consumidor descendió a 6.8% en julio desde el 7.9% de junio, informó la Oficina de Estadísticas Nacionales.
La cifra se situó en la predicción del banco central del país y de la encuesta a economistas realizada por Reuters. El número se alejó más del pico de octubre de 2022, cuando marcó 11.1%.
La caída en la tasa general reflejó un descenso de los precios de la energía, que serán bien recibidos por los consumidores británicos que se han enfrentado a una inflación más alta que en la mayoría de los demás países industrializados.
Los signos de rigidez en la inflación subyacente y los precios de los servicios al consumidor hicieron eco de las advertencias de los formuladores de políticas del BoE este mes de que los riesgos de una alta inflación prolongada está comenzando a cristalizarse.
La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y los alimentos, permaneció en 6.9% sin cambios desde junio y por arriba de las expectativas de la encuesta de Reuters de 6.8%.
La inflación de los servicios, que refleja principalmente la inflación interna de los salarios, incrementó de 7.2% a 7.4%, un poco más de los previsto por el BoE.
La libra esterlina incrementó su valor ligeramente ante el dólar estadounidense, debido a las cifras, lo que reforzó la apuesta de que el BoE continuará con su campaña de incrementos a los tipos de interés.
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Más datos sobre la inflación
La oficina de estadística informó que el descenso en los precios del gas y la electricidad fue el mayor impulso en la contracción de la inflación, mientras que la inflación de los precios de los alimentos también bajó.
A pesar de la caída en la cifra principal, Reino Unido todavía cuenta con una de las tasas más altas de crecimiento de precios en Europa occidental; sólo Islandia y Austria sufren una inflación más alta.
Las cifras mostraron que los salarios básicos en el país incrementaron a un ritmo récord en los tres meses hasta junio, lo que ayudó a los trabajadores a recuperar su poder adquisitivo.
Por otro lado, los precios del azúcar incrementaron 55%, mientras que los costos de los seguros de transporte subieron 50%, el mayor incremento desde que comenzaron los registros a finales de la década de 1980.
Es probable que los datos anuncien el regreso de un incremento de los salarios en términos reales, que ha sido negativo desde abril del año pasado.
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Con información de Reuters