Este lunes y a días de la llegada de Donald Trump, el gobierno de Claudia Sheinbaum lanzará el Plan México, cuyo objetivo es sustituir las importaciones asiáticas, uno de los principales argumentos del próximo presidente estadounidense para ejecutar presiones arancelarias.
Los detalles del plan que el gobierno presentará este lunes en el Museo Nacional de Antropología, con la presencia de representantes de la iniciativa privada, gobernadores y funcionarios públicos, aún genera dudas sobre su implementación y objetivos, advierten especialistas.
La directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Valeria Moy, señaló que uno de los puntos a revisar del Plan México es definir las vocaciones económicas de los estados para paliar la comercialización de productos asiáticos, ya que “las economías subnacionales no deben encasillarse en vocaciones fijas”.
Genera un poco de ruido, y sinceramente no sé bien que es una vocación económica de un estado (…) Las vocaciones pueden y deben evolucionar con el tiempo, adaptándose a nuevas oportunidades y desafíos económicos
dijo.
Citando como ejemplo, está el caso de Aguascalientes, que tenía una vocación agrícola y ahora es automotriz.
Los objetivos del Plan México hacia 2030
El plan también establece como objetivo que México se convierta en una de las 10 economías más grandes del mundo y que se puedan atraer más de 100,000 millones de dólares en Inversión Extranjera Directa anual para el 2030.
Para Luis de la Calle, socio fundador de De la Calle, Madrazo, Mancera (CMM), este indicador no debería ser una métrica de éxito, por el impacto social que genera.
Por su parte, Moy enfatiza que el Plan México no detalla los objetivos del gobierno de Claudia Sheinbaum en materia de política industrial, debido a que no incluye regulación adecuada para la sustitución de importaciones, especialmente en el mercado energético, donde se mencionó la posibilidad de una producción mixta.
“Nos está faltando una regulación adecuada, que no quiere decir más regulación”, añadió.
La infraestructura energética y logística, añadió, también debe ser criticada, destacando que no se busca proporcionar las condiciones necesarias para un crecimiento sostenible.
Otro aspecto del Plan México es la integración de proveedores y el desarrollo de mercados, tanto nacionales como internacionales. Sobre este punto, Moy subrayó la necesidad de especificar cómo mejorar la competitividad de las empresas mexicanas y facilitar su acceso a nuevos mercados.
No hemos logrado esta vinculación de manera efectiva, lo que limita el crecimiento de las empresas
añadió.
Plan México
El 27 de noviembre, ante la posible guerra arancelaria y los enfrentamientos con Donald Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas (CADERR), así como la elaboración del Plan México.
La presidenta explicó que el CADERR será un organismo que trabajará en estrecha coordinación con el sector público, especialmente con la Secretaría de Economía (SE) para la construcción del Plan México, una estrategia nacional que busca maximizar las oportunidades del nearshoring, atraer inversiones estratégicas y sobre todo, participar en las negociaciones del T-MEC, especialmente a través del denominado “cuarto de junto”.
Sheinbaum presentó el Plan México a la CADERR, y el plan de trabajo, en una reunión a puerta cerrada en Palacio Nacional.
¿Qué viene en el Plan México?
De acuerdo con el documento presentado al sector empresarial al que EL CEO tuvo acceso, entre los objetivos está elevar contenido nacional y regional en sectores estratégicos, así como crear empleos bien remunerados en sectores de manufactura especializada e innovación.
Otros de los puntos son: incrementar el valor agregado en proveeduría local y cadenas globales; el desarrollo de vocaciones regionales en los polos de bienestar y corredores industriales; definir prioridades nacionales de inversiones locales y extranjeras (CIFIUS) que respondan a necesidades de competitividad y bienestar del país, y el impulso a la integración regional del continente.
El riesgo de una nula política industrial y el no atraer inversiones
Guillermo Ortiz, exsecretario de Hacienda y Crédito Público, explicó que una de las mayores contradicciones actuales, es la necesidad urgente del gobierno de atraer inversión privada en sectores clave como energía, logística y vivienda.
Por una parte, la presidencia promueve la participación del sector privado porque la necesita enormemente, dado que no hay suficiente dinero para inversión pública
dijo el pasado viernes en un seminario organizado por el ITAM.
Sin embargo, al mismo tiempo, el gobierno sigue impulsando reformas que han aumentado el riesgo país, lo que encarece el costo de inversión para las empresas.
“Entre más se sigue la agenda de AMLO, más incentivos se deben ofrecer para atraer grandes inversiones, lo que es un tema absolutamente contradictorio”, dijo Ortiz.
Esto crea un círculo vicioso donde el aumento del riesgo requiere mayores incentivos para compensar, elevando el costo de atraer capital privado, sentenció el exfuncionario.
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