El consumo de los mexicanos se ha comportado de una forma más prudente ante el descontrol de la inflación, ya que la mayoría intenta darle un mayor valor a su dinero para poder cubrir sus necesidades básicas, coinciden especialistas.
Con la racionalidad económica lo que se está buscando es que la utilidad total sea máxima, es decir, que el dinero alcance cuando hay alta inflación e incertidumbre
explicó Fernando Martínez Eissa, especialista de la Universidad Panamericana (UP).
De acuerdo con estudio elaborado por la consultoría Kantar, los mexicanos han intentado darle mayor valor a su dinero al analizar los precios en diferentes puntos de venta, es decir, realizar un consumo de forma más racional.
“El incremento en el nivel de precios representa una reducción en el poder de compra. Es por ello que se percibe una reducción del consumo, lo cual no es por elección del consumidor, sino por obligación”, explicó Verónica Zepeda Vargas, especialista de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC).
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en el nivel de 6.00% anual durante la primera quincena del mes de mayo del 2023.
“Definitivamente el descontrol inflacionario ha impactado en la capacidad de compra de los mexicanos; es un efecto del alza sostenida de precios y eso hace que tengamos que gastar más dinero”, mencionó Martínez Elissa.
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Comportamiento temporal
Sin embargo, el impacto inflacionario no ha reducido por completo el gasto de los hogares mexicanos, ya que durante el 2022 creció 12% contra el año previo, que venía comportándose en 9%, según los datos de Kantar.
El estudio considera que el alza de precios ha orillado a los mexicanos a transformar sus motivos de consumo y buscar opciones para ahorrar dinero.
Por ejemplo, los gastos ejecutados por placer o antojo disminuyeron del 13.4% al 11.3% y también la costumbre de consumir determinados alimentos y bebidas se redujo del 12.8% al 11.6%.
“Si bien el consumo se basa en la racionalidad, los cambios en el patrón de consumo sólo se han adaptado a las circunstancias económicas y no es permanente”, consideró Zepeda Vargas.
Si uno ve que la situación económica está complicada piensas dos veces al momento de consumir, es decir, hace una mejor valoración de las cosas
añadió James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco.
Sin embargo, el consumidor “defiende los hábitos adquiridos a lo largo de los últimos años”, ya que el 57% de las categorías de productos han ganado compradores o se mantienen estables, a pesar del incremento de precios.
Entre los productos que no han visto variación en su compra están los aceites y antiadherentes, galletas, pan industrializado, pastas para sopa y agua embotellada.
Inflación hacia el objetivo
Por su parte, Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico en Monex, recordó que la inflación ha mostrado reducciones durante las últimas ocho quincenas, esto como resultado de las estrictas decisiones de política monetaria aplicadas por el Banco de México (Banxico).
Estamos viendo los frutos de lo que implica toda una normalización en las condiciones externas, pero ante una política monetaria más estricta por parte del Banco de México
agregó Quiroz.
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Las expectativas de Bloomberg apuntan a que la inflación en México continuará desacelerándose, debido a que los choques de oferta y los precios importados han estado disminuyendo.
Sin embargo, el impacto para el bolsillo de los mexicanos se mantiene vigente, dado que la inflación se coloca fuera del nivel objetivo del 3% establecido por Banxico.
“Uno ve la tendencia a la baja de inflación, el problema es que traemos un acumulado ya de tres años y sigue estando alta”, subrayó Salazar.
Al hacer la suma da más de 20% de inflación en tres años, entonces esto claramente termina afectando el poder adquisitivo de los mexicanos
finalizó.
