Rodrigo A. Rosales

El poder adquisitivo de las familias mexicanas presentó el mayor retroceso en los últimos 22 años, situación provocada por una alta inflación ante el incremento en los precios del gas LP, pollo y servicios de alimentos.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 0.83% a tasa mensual, el mayor nivel registrado para un mismo mes desde el 2000, cuando el aumento fue de 0.89%.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el producto con mayor impacto al alza en la inflación fue el gas doméstico LP, indispensable en el día a día de los hogares del país, cuyo ascenso en su precio fue de 5.70%, respecto a enero y una incidencia de 0.118 puntos porcentuales.

Para un mes de febrero, la variación mensual de 5.70% del gas doméstico LP de este año fue la mayor desde que al menos el 2011, año que el Inegi comenzó a reportar este producto.

El segundo genérico con mayor incidencia fue el pollo, alimento habitual en el consumo de las familias, con 0.063 puntos porcentuales, que con su inflación de 3.61% mensual alcanzó, considerando solamente febrero de cada año, una tasa récord de 5.35%, la más alta desde 1996.

Mientras la tercera incidencia más elevada, que se refiere a la contribución en puntos porcentuales de cada componente del INPC a la inflación general, corresponde al rubro de loncherías, fondas, torterías y taquerías, con 0.054 puntos porcentuales.

Los precios de estos servicios crecieron 1.12% mensual, el mayor nivel para un mes de febrero desde 1999, cuando se mostró una variación de 2.08%.

Los tres genéricos referidos, gas doméstico LP, pollo y torterías y taquerías, aportaron en conjunto alrededor de una tercera parte de la inflación nacional.

Otros genéricos

Detrás de esos tres productos y servicios en alimentos siguieron, por incidencia, gasolina de bajo octanaje, con un crecimiento de 1.05% en febrero y una aportación de 0.052 puntos porcentuales a la inflación mensual; limón, con un alza de 15.21% y 0.042 puntos; carne de res, con 1.40% y 0.032 puntos; vivienda propia, con 0.26% y 0.028 puntos, y tortilla de maíz, con 1.30% y 0.026 puntos.

Los resultados anteriores demuestran que los productos más asiduos en la vida cotidiana de los mexicanos, como el gas LP, el pollo, la gasolina, el limón o la tortilla, mostraron el mayor peso en la inflación del país, impactando directamente en el bolsillo del consumidor.

Además, el aumento del gas LP y la gasolina respondió al incremento en la cotización internacional del petróleo por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

En el otro polo, el genérico con mayor aportación a la baja, es decir, que disminuyó los precios del índice general, fue el jitomate, con un descenso de 18.15% y una contribución de -0.095 puntos porcentuales a la inflación mensual.

Fuera de la meta

Por su parte, la inflación general anual del país se ubicó en 7.28% en el segundo mes de 2022, variación que significó: la tasa más elevada para un febrero desde el 2000, cuando fue de 8.37% y permanecer un año fuera del objetivo del Banco de México que es de 3% +/- un punto porcentual.

Ve por Más estima que la inflación anual se desacelerará dentro de unos meses por un efecto aritmético ante una alta base comparativa y por la disolución de algunas obstrucciones en la oferta, asociadas al virus, aunque puntualiza que ha incrementado el riesgo de que la variable tarde más en ceder.

En concreto, el conflicto en Ucrania ha inducido escasez a nivel internacional e incrementos en los precios de materias primas –energéticos, granos, metales-, así como nuevos cuellos de botella en el transporte de mercancías

contempla el grupo financiero

A lo anterior, Bx+ suma otros factores que incidirían en la inflación, como la reciente depreciación del peso mexicano frente al dólar, la persistencia de altos niveles en el componente subyacente y su efecto sobre la formación de expectativas de precios y los incrementos al salario mínimo.