Frenar las exportaciones de petróleo sin tener una estrategia para compensar los ingresos que genera esta actividad, pondrá en riesgo a la economía, ya que elevará el déficit y propiciará una crisis en la balanza de pagos, advirtió Gabriela Siller Pagaza, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador busca frenar las exportaciones e importaciones de crudo en la búsqueda de lograr “autosuficiencia energética”, cuando la Agencia Internacional de Energía, define este concepto como la disponibilidad ininterrumpida de fuentes de energía a un precio razonable.
Para 2022, Petróleos Mexicanos (Pemex) planea procesar 1.5 millones de barriles en sus refinerías y en la de Deer Park, de Texas, que comprará en enero próximo. De ese total, exportará 435,000 barriles, según informó Octavio Romero Oropeza, director general de la petrolera en la mañanera del 28 de diciembre pasado.
Con ello, se venderá al extranjero menos de la mitad de lo comercializado en el 2021, cuando la empresa del Estado procesó 714,000 barriles y exportó 1 millón 19,000 barriles.
Decir que México dejará de exportar petróleo sin tener un plan que lo compense, pone en mayor riesgo a la economía. Podría inclusive generar una crisis de balanza de pagos, como las que se vivían antes en México
advirtió Siller.
Graves impactos
Hasta noviembre del 2021, las exportaciones de crudo representaron 4.88% de las exportaciones totales de México, es decir, 21,811 millones de dólares, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Si estas exportaciones no existieran, el déficit comercial acumulado en el año sería de 33,892 millones de dólares, en lugar de 12,081 millones de dólares, con lo cual entrarían menos divisas al país y el peso se depreciaría.
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Además, el déficit en cuenta corriente tendría que ser compensado con entradas en otra cuenta, como la financiera, en donde deberían darse entradas de capitales en un monto similar al que se deja de exportar.
Sin embargo, durante 2021 han salido de México 265,000 millones de pesos, lo que orillaría al país a subir relativamente rápido la tasa de interés para recuperar ese capital o atraer los necesarios para compensar el impacto de reducir las exportaciones, expuso Gabriela Siller.
El gobierno podría reducir la afectación de exportar menos crudo si crea incentivos al turismo, pero eso requeriría de programas con gasto público que tomarían tiempo en generar frutos.
Por si fuera poco, si el faltante de ingresos petroleros daña la economía y Pemex se sigue comiendo el dinero público para intentar bajar su deuda, habrá más presión para las finanzas públicas y se elevará el riesgo sobre la calificación de la deuda soberana de México.
Aún con el alto riesgo económico, Octavio Romero sostuvo que para el 2023 y 2024, prácticamente toda la producción de Pemex se procesará en las seis refinerías, en Deer Park, en Dos Bocas y en el proyecto de Cangrejera que trabajará más de 100,000 barriles.
“El 100% del crudo mexicano se va a refinar en nuestro país para garantizar el abasto de combustibles”, advirtió.
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