La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador parece que ahora sí está lista para dar a conocer el plan de inversión energética que inyectará capital privado al sector, cuya presentación ha venido retrasándose desde finales de 2019.
Sin embargo, la coyuntura actual de los precios del petróleo y el gas natural para el sector eléctrico podrían impactar su viabilidad, de acuerdo con expertos.
“Ha sido un plan al que parece que el tiempo ideal para su implementación ya se le pasó a la administración”, explicó David Maravilla, Lead Analyst de Horizon Client Access.
Este plan, que pretende ser la gran apuesta para fomentar la inversión privada en el sector de hidrocarburos tras la cancelación de rondas y alianzas estratégicas, llega en un “muy mal momento para meter dinero en petróleo y gas” agregó Maravilla.
El especialista externó que el sector privado mostró interés todo el año pasado sobre posibles alianzas con Pemex, pero ahora los contratos de servicios integrales de exploración y producción (CSIEE) se alzan como la figura con mayor posibilidad de ser implementada.
Las empresas que buscan absorber parte del riesgo de los pozos han estado solicitando públicamente el regreso de la figura de farmouts, sin embargo, con la actual crisis el apetito de los inversionistas hacia esta clase de proyectos es reducido, por lo que los CSIEE podrían funcionar.
“Las petroleras internacionales que entraron a México con las rondas no están interesadas en este esquema de trabajo porque no les confieren titularidad ni acceso a reservas, pero sí serán atractivos para empresas locales que están buscando seguir con proyectos. Lo serán porque a ellos no les importa el costo del petróleo internacional, sino que están esperando que Pemex les obligue a aceptar muchos descuentos y contratos con precios poco competitivos”, dijo Maravilla.
Advirtió que estas condiciones podrían provocar que los proyectos caigan en manos de empresas que no tienen la experiencia, ni el capital necesario para cumplir con las expectativas de Pemex.
Además, señaló que las metas de Pemex son muy poco realistas, y la contratación de terceros podría resultar una alternativa financiera más eficiente para la empresa, aunque reiteró que no se deberían hacer grandes inversiones en hidrocarburos en estos momentos.
¿La oportunidad del sistema eléctrico?
En el tema eléctrico la perspectiva ha cambiado poco desde noviembre del año pasado, pero ha aumentado la urgencia de las necesidades ya conocidas, explicó René Narváez, especialista en el mercado eléctrico.
La necesidad principal es la inversión en infraestructura eléctrica, particularmente transmisión y distribución. La reforma permitió y facilitó un boom de proyectos de generación que siguen trabajando incluso sin las subastas, pero para Narváez, el cuello de botella es precisamente este.
“(Los 13 proyectos anunciados) parecen insuficientes, y yo creo que esto podría ser el legado de la administración si se sentaran bien las bases”.
Recordó que el actual escenario de volatilidad en los precios del gas natural no será permanente, por lo que tendría sentido invertir en transmisión para ayudar a desahogar fuentes de generación, particularmente las energías limpias.
La demanda energética nacional, además, está creciendo alrededor de 2.9%, lo que vuelve insostenible la posibilidad de mantener sin cambios el actual sistema de interconexión nacional. “Los eventos de la península de Yucatán no fueron sólo un tema de generación, sino también de transmisión, lo que tiene una afectación en los precios que generan pérdidas para CFE, los generadores privados y los consumidores”, explicó Narváez.
La mayor oportunidad dentro de esta área es que los generadores están obligados a utilizar las redes de transmisión, por lo que “no hay una empresa que administre transmisión y esté en números rojos”.
Además, se trata de una inversión tangible que se mantendrá en posesión del Estado.