La economía mexicana llegó a su nivel más bajo de crecimiento en más de tres años durante el cierre de la primera mitad del año, derivado de las contracciones de sectores clave como manufactura, minería y turismo.
El Producto Interno Bruto (PIB) nacional no alcanzó a crecer a tasa anual 1%, pues apenas se ubicó en 0.95% en el segundo trimestre de 2024, según datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Este aumento significó registrar el peor resultado para la actividad económica del país desde los primeros tres meses de 2021, cuando se contrajo 1.61%, es decir, en los últimos 13 trimestres.
El resultado en el crecimiento de la economía es resultado de diversos factores, por un lado, las condiciones de aumento “normales” tras la pandemia y los ajustes que presentó en la economía; al agotamiento de componentes cíclicos y a efectos restrictivos de las políticas monetarias, de acuerdo con analistas de Banorte.
La tendencia de debilidad que ha prevalecido desde finales del año pasado parece haberse consolidado
explicaron en un análisis.
PIB por sectores
Por sectores económicos, la caída más pronunciada se dio en servicios de esparcimiento culturales y deportivos, y otros servicios recreativos, con una variación negativa de 13.17%.
Sin embargo, las disminuciones que más preocupan, por su peso en el PIB nacional, fueron en minería (3.62%), afectada por el petróleo; sector primario (2.48%), resintiendo la sequía; manufactura (1.21%), por la debilidad estadounidense, y servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas (0.89%), manifestando un estancamiento del turismo.
En tanto, el mayor aumento anual se dio en servicios profesionales, científicos y técnicos (8.34%), pero el bastión para que la economía mexicana no se contrajera fue la construcción (7.33%).
Un pequeño impulso
A tasa trimestral, el PIB de México 0.16% en el periodo abril-junio del presente año, siendo la segunda alza consecutiva, así como el mejor resultado en los últimos 3 trimestres.
Mientras en el acumulado del primer semestre del año, la actividad económica creció 1.36% anual, lejos de las expectativas de los mercados, que promedian una expectativa de 1.9%.
Dicha estimación se sustenta principalmente en la construcción, donde si bien el impulso en las obras de ingeniería civil se moderaría por la conclusión de proyectos federales insignia, el interés por espacios industriales, derivado del nearshoring, ascendería.
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