La economía de Estados Unidos se frenó menos a lo previsto en el tercer trimestre al registrar un fuerte crecimiento interanual de 3.5%, mayor a lo pronosticado por los analistas.
Este crecimiento se le atribuye a la reducción de las exportaciones de soya vinculada a los aranceles, la cual fue contrarrestada parcialmente por el gasto del consumidor y un incremento de las inversiones en inventarios.
El producto interno bruto (PIB) subió a una tasa anualizada de 3.5%, también respaldada por el sólido gasto gubernamental, informó este viernes el Departamento de Comercio en su primera estimación del crecimiento del PIB del tercer trimestre. La segunda estimación se publicará el 28 de noviembre.
Aunque se trató de una desaceleración frente a la tasa de 4.2% del segundo trimestre, de todas maneras superó el potencial de crecimiento de la economía, que los expertos calculan en 2%.
En comparación al tercer trimestre de 2017, la economía creció 3.0%, el mejor desempeño desde el segundo trimestre de 2015, lo que la mantuvo encaminada a alcanzar la meta del Gobierno del presidente Donald Trump de una expansión en 2018 de 3%.