La pérdida de poder de compra de las remesas, una de las fuentes de ingresos más importantes de los hogares del país, persistió durante septiembre pasado, derivado de la fortaleza del peso frente al dólar y la aún elevada inflación.
De acuerdo con datos desestacionalizados de Banco de México (Banxico), las remesas ascendieron a 5,566 millones de dólares en el noveno mes del 2023, lo que significó un aumento de 12.9% anual, el mejor resultado en lo que va del año.
No obstante, al convertir el monto de 5,566 millones de dólares a moneda nacional, con un tipo de cambio FIX, esta fuente de ingresos del exterior fue de 96,342 millones de pesos, 2.7% menos respecto a igual periodo del 2022.
Dicha disminución, que fue la séptima de forma consecutiva, provino de la fortaleza del peso, que en septiembre alcanzó una apreciación anual de 13.8% al colocarse en 17.31 pesos por billete estadounidense.
Impacto inflacionario en las remesas
Además, si se considera los elevados niveles de inflación (4.45% anual en septiembre, aún fuera del rango de Banxico de 2-4%), la baja del poder adquisitivo de las remesas, que es un pilar en el consumo de las familias del país, es más profunda.
Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el noveno mes del presente año las remesas registraron una contracción de 6.8% a tasa anual, hilando 12 meses con caídas.
Lo anterior manifiesta que para los receptores de remesas, el poder adquisitivo que proporciona se ve impactado por la fortaleza de la moneda nacional frente al dólar (menos pesos por cada billete verde), así como por la todavía alta inflación.
Expectativas de crecimiento
Considerando la expectativa de crecimiento de las remesas en dólares de 9.3% en el 2023 y una inflación de 4.6% al cierre del año, un tipo de cambio promedio de 18.0823 pesos por dólar en octubre y 18.00 pesos en noviembre y diciembre, Banco Base prevé que el poder adquisitivo de las remesas se contraiga 8.2% anual, siendo la primera baja desde el 2013 y la mayor desde el 2010.
Para 2024, asumiendo un crecimiento de las remesas en dólares de 8.0%, una inflación al cierre del año en 3.5% anual y un tipo de cambio de 18.33 pesos por dólar (subiendo a 18.50 pesos a partir de junio), se proyecta un crecimiento del poder adquisitivo de las remesas de 6.6%
vaticina el grupo financiero.
Mientras Monex estima que las remesas podrían perder ritmo en el futuro a partir de una mayor debilidad de la economía estadounidense y del endurecimiento de las políticas migratorias.
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