Pemex recibirá beneficios fiscales adicionales para revertir un declive productivo prolongado y evitar recurrir al Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios, declaró este jueves a Bloomberg su director general, Octavio Romero.

El funcionario indicó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) está optando por una nueva estrategia fiscal para la petrolera estatal a partir del próximo año, que facilitará una “reducción importante” de las contribuciones de la compañía, aunque no dio una estimación del monto que se ahorrará.

Los recortes graduales, que se efectuarán en un periodo de cinco años, complementarán las exenciones fiscales incrementales anunciadas en febrero, equivalentes a 90,000 millones de pesos (4,720 millones de dólares) durante seis años.

El nuevo régimen fiscal se anunciará en “los próximos días” y se empleará en lugar de utilizar recursos del fondo, medida planteada anteriormente por la SHCP.

Los beneficios fiscales se suman a una serie de medidas destinadas a apuntalar las finanzas de la atribulada petrolera, cuya deuda de 106,500 millones de dólares es la mayor en el sector.

De acuerdo con Bloomberg, la medida permitiría a Pemex evitar otra rebaja de su calificación crediticia luego de que Fitch Ratings dejó su valoración apenas un escalón por encima del nivel “basura” a fines de enero.

La idea es permitir que Pemex cumpla con su inversión planificada y no crear una situación onerosa para las finanzas públicas,

afirmó el director de Pemex.

Los recortes fiscales se suman al acuerdo que firmó Pemex con HSBC, JP Morgan y Mizuho Securities para ampliar su fondo revolvente y refinanciar deuda. Octavio Romero detalló que tras cinco meses de negociaciones, se alcanzó el acuerdo para refinanciar una parte de su deuda por 2,500 millones de dólares y renovar dos líneas de crédito revolventes hasta por 5,500 millones de dólares.