Los cortes en la distribución de gasolina en algunas entidades del país han generado dudas respecto a si México ha importado menos gasolina en las últimas semanas, sin embargo, datos de Pemex muestran que la petrolera aceleró con fuerza las compras al extranjero de gasolina durante los primeros días de enero.
En los primeros nueve días de enero, Pemex importó en promedio 764,800 barriles diarios en promedio, una cifra récord, de acuerdo con un documento de la Secretaría de Energía (Sener) y del Sistema de Información Energética (SIE).
La cifra se compara con los 598,479 barriles que importó la petrolera en todo enero de 2018. Este aumento en las importaciones de enero se debió al sabotaje que sufrieron algunos ductos de Pemex en días pasados y al cierre de las refinerías de Salamanca y Tula, de acuerdo con especialistas consultados.
La importación depende mucho del almacenamiento. Cuando empezó el cierre de ductos, mandaron todo el combustible a la Ciudad de México para evitar desabasto. Cierran el ducto de Tula-Hidalgo, pero no esperaban el sabotaje del ducto de Tuxpan-Azcapotzalco, el almacenamiento empezó a bajar, pero no pueden mandar la misma cantidad por el sabotaje, por lo que en enero aumentaron las importaciones
comentó Ramsés Pech, consultor del despacho Caraiva y Asociados.
En tanto, en días pasados el Ejército y Fuerza Federal implementaron operativos en las refinerías de Salamanca y Tula.
La importación tiene que ver con la salida (de producción) de las refinerías de Salamanca y Tula. Salamanca estuvo cerrada desde el 29 de diciembre hasta el 7 de enero. La importación se refiere más a la salida de operación, prácticamente solo produjeron dos de las seis refinerías
dijo Gonzalo Monroy, director general de la consultoría GMEC.
Monroy comentó que el aumento en las importaciones de gasolina tiene sentido, ya que tiene que ver con la debilidad estructural de las refinerías. “Tenemos una capacidad instalada de 1.2 millones de barriles y si solo produjimos 110,000 barriles, es bajísimo”.
En los primeros 11 meses de 2018, México importó el 77.5% de la gasolina que vendió, es decir, compró al exterior 593,897 barriles diarios.
El viernes, el diario estadounidense The Wall Street Journal publicó una nota en la que dijo que México redujo significativamente las importaciones de gasolina proveniente de Estados Unidos desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó posesión, mientras que el gobierno ha iniciado una ofensiva para detener el robo de combustible, lo cual ha generado cortes en la distribución.
La afirmación se basa en datos de la firma Clipper Data que arroja que las importaciones de gasolina por vía marítima desde la costa del golfo de Estados Unidos han promediado en unos 364,000 barriles diarios, una disminución de 25% desde diciembre de 2017 y enero de 2018.
Clipper es una firma que da un seguimiento de los movimientos por barco, sino también de carga por carga y de muelle a muelle y además utiliza algoritmos por lo que se basa en algunas suposiciones. En tanto, las cifras oficiales de la Administración de Información de Energía (EIA, por sus siglas en inglés), se conocerán el 31 de enero.
“Es muy lamentable que un periódico tan afamado publique una información que no obedece a la realidad (…) El ideal sería que no comparamos gasolina, tenemos petróleo, pero parte de esta crisis ha consistido en abandonar la refinación, desde hace 40 años no se construye una refinería, por eso estamos comprando gasolina”, dijo López Obrador este lunes en su conferencia matutina.
En tanto, Pech agregó que parte del problema también radica en los centros de almacenamiento, los cuales son vulnerables ante cualquier alteración en por cambios internos o externos.
En este sentido, hasta ahora hay nueve buques con combustible que están a la espera de descargar combustible en el puerto de Tuxpan, Veracruz, en el que no hay capacidad de almacenamiento.
Mientras tanto, transportistas de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) trabajan desde el sábado con Pemex para transportar combustible y buscan garantizar la distribución del 50% del abasto por autotanque en las entidades más afectadas por el desabasto.
Por otro lado, Moody’s dijo que el combate al huachicoleo es positivo para Pemex y por el momento las implicaciones crediticias para la calificación de México no están en riesgo.
“El combate al robo de combustible en México es positivo para Pemex ya que este pudiera ser el punto de partida para una solución de más largo plazo que aumente los ingresos anuales de la petrolera en alrededor de 3,000 millones de dólares y mejore su gobierno corporativo”, dijo Nymia Almeida, analista de Pemex en un comunicado.
En tanto, Jaime Reusche, analista soberano de la calificadora dijo que “el impacto del desabasto de combustible en la economía de México y las cuentas fiscales será limitado a menos que esta situación se convierta en un problema prolongado que afecte de manera notoria la actividad económica. Por el momento, consideramos que las implicaciones crediticias para la calificación soberana de México no son significativas”.
Y además, el huachicol evidencia la falta de infraestructura e inventarios de Pemex