La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recortó su estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de México y pasó de 3.3% a 2.3% en 2022; mientras que para 2023 lo ajustó a 2.6%.
Hubo un repunte en la actividad económica sólida en la primera parte de 2021, pero se ha debilitado debido a restricciones de abastecimiento y nuevos brotes del virus. Esperamos que el PIB de México crezca 2.3% este año y 2.6 % en 2023
expresó Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, en la presentación del informe Estudios económicos de la OCDE: México 2022.
La Organización destacó que la economía se está recuperando, a medida que el robusto marco de política macroeconómica ha salvaguardado la estabilidad económica.
Por su parte, el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, expuso en su participación del informe que es fundamental que el crecimiento económico permee a los grupos más vulnerables y ayude a reducir las disparidades sociales que históricamente han afectado al país.
México está en camino de convertirse en una economía más próspera ya que está fuertemente integrada con Norteamérica y cuenta con un marco macroeconómico sólido y de estabilidad
apuntó Ramírez de la O.
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De acuerdo con la OCDE, el sector manufacturero lideró la recuperación, mientras que el sector de servicios se ha visto impulsado recientemente como principal motor de crecimiento.
En tanto, la participación en el mercado laboral, que había caído considerablemente, mostró una recuperación, sin embargo sigue por debajo de los niveles previos a la pandemia.
“Los trabajadores informales, las mujeres y los jóvenes se vieron especialmente afectados, lo que agravó aún más las desigualdades desde hace mucho tiempo”, indica el informe.
Estrategia integral de México
Ramírez de la O informó que el gobierno de México ha puesto en marcha una estrategia integral que asegura un mayor desarrollo económico en la que se priorizan las demandas sociales.
Dicha estrategia incluye dos ejes prioritarios: el primero es la inversión en proyectos de infraestructura y el despliegue de una red de protección social universal para detonar el crecimiento económico en todo el país, pero que también contribuya a integrar a las regiones más rezagadas en México.
Mientras que el segundo es mantener finanzas públicas sólidas y sanas.
Agregó que para compensar las desigualdades que existen en México, se está invirtiendo en programas sociales enfocados a los grupos como los adultos mayores, niños, niñas, jóvenes y discapacitados.
También se están llevando a cabo reformas para garantizar condiciones laborales adecuadas, así como un retiro digno, tales como la reforma de subcontratación y la reforma al sistema de pensiones con la cual se asegura una pensión mínima garantizada.
La recuperación va a continuar
La OCDE estima que la recuperación va a continuar de cara al futuro, en vista de que la última ola de infecciones alcanzó su punto álgido en enero y la vacunación está avanzando.
Además, las exportaciones seguirán beneficiándose del fuerte crecimiento de Estados Unidos.
“Con una proporción cada vez mayor de la población vacunada y la mejora gradual del mercado laboral, el consumo también será un motor clave del crecimiento”, determinó la Organización.
Por otro lado, la inflación disminuirá, luego del incremento notable registrado en 2021; mientras que el último plan fiscal contempla que el déficit se mantenga prácticamente sin cambios en 2022 y que disminuya gradualmente a partir de entonces.
“La política fiscal se ha vuelto menos restrictiva y presta un ligero apoyo a la recuperación”, comparte el informe.
Factores que obstaculizan el crecimiento a medio plazo
Dentro de los factores que obstaculizan el crecimiento de la productividad, la OCDE determinó que la informalidad, la escasa competencia, la exclusión financiera y la corrupción impiden el crecimiento a medio plazo.
Ante esto, el renovado tratado comercial de América del Norte podría conferir un nuevo impulso al crecimiento, sin embargo, la OCDE considera que hace falta un amplio programa de reformas para reactivar la inversión y dar un vuelco a la productividad.
Ingresos tributarios bajos
De acuerdo con el informe, la política fiscal de México ha sido prudente a lo largo de los años, pese a que la proporción de impuestos en el PIB es la más baja de la OCDE; además de que los ingresos han demostrado resistencia durante la pandemia y el déficit fiscal sólo ha aumentado ligeramente.
Aunque el gasto social y la inversión pública han crecido recientemente, la pandemia ha creado necesidades adicionales, en vista de que la pobreza ha aumentado y los sistemas de salud y educación están presionados, por lo tanto, siguen presentes las deficiencias en las infraestructuras.
La OCDE considera que acompañar un aumento del gasto en estas áreas con un incremento paulatino de los ingresos tributarios, ayudaría a dar respuesta a dichas necesidades de gasto, al tiempo que reforzaría el compromiso de México con la sostenibilidad de la deuda.
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