La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) recortó su estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de México a 5.9% en 2021, desde el 6.3% proyectado previamente; mientras que para 2022 lo ajustó a la baja en 0.1 puntos porcentuales a 3.3%.
Para 2023, la OCDE prevé que la estimación del PIB de México sea de 2.5%.
Según el reporte “Economic Outlook”, las exportaciones seguirán beneficiándose de la fuerte recuperación de Estados Unidos, además de que el consumo se verá favorecido por la mejora gradual del mercado de trabajo y el aumento de la proporción de población vacunada.
Las inversiones se beneficiarán de los proyectos de infraestructura previstos, mientras que la inflación disminuirá tras el notable incremento registrado en 2021.
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Recuperación lenta
Actividades como la agricultura, la industria y los servicios han mostrado una tendencia al alza, sin embargo este último sector muestra que su recuperación va rezagada en actividades con altos índices de contacto humano, como el ocio y la hostelería.
El turismo, una importante fuente de empleo e ingresos para varias regiones, está 27% por debajo de los niveles previos a la pandemia.
El consumo se encuentra a 2% de su nivel anterior al COVID-19, mientras que la inversión se está recuperando más lentamente y sigue 8% por debajo de su nivel prepandémico.
Política fiscal se vuelve favorable, pero preocupa la inflación
De acuerdo con la OCDE, la orientación fiscal es menos restrictiva de lo contemplado en el presupuesto de 2021, lo que apoya ligeramente la recuperación en curso.
Se prevé que el déficit público aumente hasta 3.2% del PIB en 2021 (desde 2.9% en 2020), que se mantenga prácticamente sin cambios en 2022 y que disminuya a partir de entonces.
Se estima que la deuda pública se estabilizará en torno al 51% del PIB. En tanto, la proporción de impuestos en el PIB de México es la más baja de la OCDE y es inferior a la de otros países de la región.
Con el fin de apoyar la recuperación, el informe detalló que Banco de México (Banxico) redujo los tipos de interés oficiales en 325 puntos básicos desde febrero de 2020 y otorgó amplias líneas de liquidez y crédito, pero ante el significativo incremento de la inflación, el banco central elevó los tipos de interés en 25 puntos base en sus reuniones de junio, agosto, septiembre y noviembre, dejando el tipo en el 5%.
Si las presiones sobre los precios continúan y la inflación no converge gradualmente hacia el objetivo del 3%, estarían justificadas nuevas subidas de tipos. Se prevé que el tipo de interés aumente hasta el 5.25% al cierre de 2021.
Panorama en América Latina
La OCDE estimó que la economía de Argentina se expandirá 2.5% en 2022 y 2.3% en 2023, tras una fuerte recuperación en 2021, la disminución de las infecciones por COVID-19 y una aceleración de las tasas de vacunación.
Para Brasil, recortó en 0.2 puntos sus previsiones para 2021, estimando un crecimiento de 5%, mientras que para 2022 se desacelerará a 1.4% y a 2.1% en 2023. La campaña de vacunación se ha acelerado y la actividad económica, respaldada por el consumo y la inversión privados, se reinicia cuando se levantan las restricciones, según la organización.
Respecto a Chile, la economía está creciendo con fuerza, impulsada por la rápida vacunación, un gran estímulo fiscal, los altos precios de las materias primas y el impacto a corto plazo de los retiros extraordinarios de fondos de pensiones en el consumo.
Se espera que el crecimiento del PIB alcance el 12% en 2021 y se desacelere hasta el 2% en 2023, a medida que se endurezcan las políticas monetaria y fiscal.
En el caso de Colombia, se prevé una expansión de 5.5% del PIB en 2022 y de 3.1% en 2023, tras superar su nivel anterior a la crisis en el tercer trimestre de 2021. El consumo privado es el principal impulsor de la recuperación a medida que se recupera el empleo, aunque a un ritmo más lento que la actividad económica.
En Costa Rica, el PIB crecerá 3.9% en 2022 y 2.9% en 2023. La fuerte demanda externa impulsará el crecimiento, y el sector del turismo también se recuperará gradualmente. El consumo se fortalecerá y estará apoyado por una mejora progresiva del mercado laboral y la aceleración de la vacunación.
Por otro lado, la OCDE recortó ligeramente su previsión para el crecimiento mundial en 2021 y pidió acelerar la distribución de vacunas, en un momento en que la pandemia del COVID-19 retoma fuerza con la llegada de la nueva variante ómicron.
La economía mundial podría crecer 5.6% este año, es decir, un retroceso de 0.1 puntos en comparación con sus anteriores previsiones hechas en septiembre.
*Con información de AFP