Claudia Sheinbaum, la virtual presidenta electa, así como la próxima titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), Edna Vega Rangel, han dicho que durante el siguiente sexenio se construirán un millón viviendas, impulsadas por una reforma que metería al Infonavit de lleno a la edificación habitacional.
Para tratar de lograr la meta en viviendas, el próximo gobierno contempla la aprobación de la reforma del artículo 123 de la Constitución que envió el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso de la Unión el pasado 5 de febrero.
Uno de los puntos que contempla es que el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) construya casas para que los trabajadores la adquieran y posteriormente, ofrecer esquemas de renta social para sus afiliados; actualmente, el Infonavit solo se dedica a otorgar créditos.
Sin embargo, especialistas consultados por EL CEO coinciden en que para llegar a un millón de viviendas en los siguientes seis años será necesaria la participación de la iniciativa privada.
La consultora en desarrollo urbano, Rosalba González Loyde, comentó que el Infonavit tiene un capital, que es de los trabajadores para ejercer su derecho de acceso a la vivienda y a partir de ahí, se pueden generar mecanismos de financiamiento.
“El asunto es calcular efectivamente si ese millón de viviendas se puede construir con los recursos que se van a tener en el próximo sexenio, si es rentable y si es sostenible para seguir produciendo viviendas con esas características en el futuro”, mencionó.
El Infonavit podría invertir hasta 250,000 millones de pesos, el equivalente a casi el 1% del Producto Interno Bruto (PIB), para la construcción de vivienda social durante los próximos seis años, de acuerdo con información oficial.
En este contexto, desde 1972, cuando se fundó el Infonavit, se han colocado más de 12 millones de créditos para los trabajadores.
¿Cuál es la capacidad del Infonavit?
Dicho lo anterior, Rosalba González consideró que la pregunta sería cuál es la capacidad que tiene el Infonavit, así como otras instituciones gubernamentales, para formar parte de todo el proceso de construcción y que no se vuelva un cargo extra para las finanzas públicas.
Según lo planteado por funcionarios del próximo gobierno: el Infonavit construiría 500,000 viviendas en los próximos seis años y el resto, sería edificado por medio de otros organismos de vivienda, como el Fondo de Vivienda del ISSSTE o Sociedad Hipotecaria Federal.
Por lo tanto, “es factible que entre cierta iniciativa privada a una parte del proceso del desarrollo de producción de vivienda”, dijo la especialista.
Añadió que actualmente, los desarrolladores de vivienda tienen una participación muy activa. “(Las vivienderas) van a tener un vínculo cercano porque mueven una parte importante del PIB a nivel nacional”.
No obstante, destacó que será primordial el control que tenga el Estado para mantener al margen la participación de las vivienderas como se dio en sexenios pasados.
Explicó que, antes, el gobierno daba todas las facilidades al desarrollador inmobiliario para que produjeran las viviendas y con ello solo se dedicaba a colocar créditos.
“Es trascendental que que la iniciativa privada participe, el asunto es cómo marcar los controles de esa participación a partir de la gestión institucional”, señaló.
¿Unión Vinte-Javer entraría a la construcción con Claudia Sheinbaum?
En mayo pasado, se anunció en un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) que la empresa constructora de vivienda Vinte emitirá una oferta pública de adquisición (OPA) para hacerse con el control de Javer, otra desarrolladora con presencia principalmente en Nuevo León, Jalisco, Aguascalientes y Querétaro.
El acuerdo –en caso de ser aprobado por ambas asambleas de accionistas y por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece)– tendría un valor de 4,290 millones de pesos, según cálculos de la calificadora PCR Verum.
De esta manera se consolidaría la presencia en zonas con potencial de crecimiento por el nearshoring, como el corredor México-Monterrey-Laredo.
De acuerdo con el director de análisis de PCR Verum, Jesús Hernández, la empresa resultante de la unión posiblemente acceda a participar en el desarrollo de vivienda gubernamental, aunque solo si los subsidios son atractivos.
“Ninguna de las desarrolladoras más grandes se ha metido al segmento de interés social. No es una cuestión de ellos, sino que están esperando a ciertas condiciones del mercado. Habrá que ver si la próxima presidenta establece algún paquete de subsidios, entonces se volvería atractivo ese mercado”, dijo el especialista.
El Infonavit voltearía a ver a desarrolladoras más pequeñas
Hernández explicó que posiblemente el Infonavit opte por emplear a constructoras de menor tamaño para desarrollar planes de vivienda como el propuesto por Sheinbaum. Con ello, podrían tener un mayor control de los proyectos y mejorar el costo de oportunidad.
En ese sentido, una compañía como la sinergia entre Javer y Vinte podría aprovechar mejor otros fenómenos como el nearshoring. Según el especialista, el potencial de generación de empleos ayudaría a las personas a acceder a vivienda que es más costosa actualmente.
Pese a ello, identificó que la empresa tendría beneficios en otras zonas de desarrollo, como el Tren Maya, donde cuentan con reservas territoriales que podrían aprovecharse al desarrollar la Península de Yucatán.
La sinergia de las compañías igualmente contaría con presencia en Estado de México, Quintana Roo, Nuevo León, Jalisco, Hidalgo y Querétaro.
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