La actividad económica de la región norte del país, la cual se prevé que sea la más beneficiada por la relocalización de las cadenas de valor, caería durante el segundo trimestre del año.
De acuerdo con el Reporte sobre las economías regionales del Banco de México (Banxico), el Indicador de Actividad Económica Regional (IAER) del norte registra una contracción de 0.2% a tasa trimestral en el periodo abril-junio del 2023.
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Si se cumple esta estimación, sería su primera disminución en el último año y medio; además, se suma que es la única zona del territorio nacional que presentaría un desplome en su actividad económica.
Dicha caída se relaciona con la evolución negativa de las manufacturas, la minería y el turismo, mientras los incrementos se observan en el comercio, la construcción y el sector agropecuario.
Factores externos
El sector con mayor peso en la economía del norte del país es la manufactura, que en el segundo trimestre del año disminuiría 1.3% respecto a los primeros tres meses del 2023.
Entre los factores limitantes de origen externo en la fabricación de productos metálicos las fuentes consultadas mencionaron los altos niveles de tasas de interés en Estados Unidos, situación que ha limitado, por un lado, la demanda por sus productos en el sector construcción de ese país al incrementar el costo del financiamiento hipotecario y, por el otro, ha encarecido sus créditos a tasa variable denominados en dólares
se lee en el reporte de Banxico.
Otros puntos en contra, además del impacto por la debilidad económica estadounidense, fueron los problemas en el suministro de energía en la industria química, y los problemas con la disponibilidad del acero en las industrias metálicas básicas, automotriz y de maquinaria y equipo.
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Los riesgos
Según Banxico, los directivos empresariales entrevistados destacaron como riesgos para el crecimiento económico regional:
- El deterioro de los indicadores de seguridad pública
- Que el gasto público sea menor que el esperado
- La persistencia de la inflación en niveles elevados
Asimismo, de materializarse una desaceleración de la economía de Estados Unidos, las entidades más especializadas en la exportación de manufacturas, como las del norte y las regiones centrales, así como donde las remesas son un ingreso importante en los hogares, podrían resentir en mayor medida sus efectos.
Sin embargo, el sector empresarial consultado señala que el posible debilitamiento de la demanda externa podría ser compensado, al menos en parte, por el impacto del proceso de relocalización de empresas para proveer al mercado de América del Norte.
