Rodrigo A. Rosales
Al cierre del 2021, los niveles prepandémicos del empleo en el país se recuperaron, aunque más del 80% de los nuevos ocupados se concentró en el mercado informal, situación que se debió al género masculino.
Es decir, los nuevos informales son hombres, por lo que las mujeres que entraron a laborar fue mediante condiciones de formalidad, pero con salarios precarios.
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De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al finalizar el 2021 se registraron 52.65 millones de ocupados, lo que significó un aumento de 851,672 personas respecto al cierre del 2019.
De los 851,672 nuevos ocupados, 83.1% correspondió al sector informal y 16.9% al formal, según la encuesta que realiza el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
Si bien de la cifra total 697,939 ocupados fueron hombres y 153,733, mujeres, las condiciones de informalidad distaron entre ambos géneros.
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En el caso de las mujeres, el resultado de las 153,733 nuevas ocupadas entre el 2019 y el 2021 fue producto de las 244,472 personas informales, que se compensó con la contratación de 398,205 en un esquema formal; es decir, las ocupadas que ingresaron a trabajar pertenecen a este mercado.
Sin embargo, la formalidad laboral que se observó para la mujer se opaca por el nivel de ingresos que percibe.
Al cierre del año pasado, de las 22.45 millones de mujeres ocupadas en México, 65.0% gana como máximo hasta 2 salarios mínimos, mientras 6.3% no recibe ingresos (trabajadoras dependientes no remuneradas y trabajadoras por cuenta propia dedicadas a actividades agrícolas de subsistencia).
De hecho, únicamente 1.7% de las ocupadas percibe más de 5 salarios mínimos, frente a 2.7% por parte de los hombres.
Más hombres en la informalidad
Los 697,939 hombres ocupados provino de una reducción de 254,331 trabajadores formales más un incremento de 952,270 de hombres en la informalidad; esto manifiesta que las nuevas contrataciones pasaron de la formalidad a la informalidad.
Esta situación también se reflejó en la condición de acceso a las instituciones de salud, tanto públicas como privadas.
Desde esta perspectiva, los 697,939 nuevos ocupados derivaron del despido de 87,303 personas con acceso a instituciones de salud, el alta de 753,061 con acceso y el incremento de 32,181 que no se especifica.
Para las mujeres se dio a la inversa: 460,807 nuevas ocupadas con acceso al sector salud, la pérdida de 309,885 sin acceso y la variación positiva de 2,811 sin especificación.