Para no recortar la calificación crediticia de México, la agencia calificadora Moody’s dice que es necesario ver un mayor crecimiento en el corto y mediano plazo.
La calificadora degradó en junio la perspectiva de la calificación de México de ‘estable’ a ‘negativa’ lo que implica 30% de probabilidades de recortar el rating de México, actualmente en ‘A3’.
“Para que la perspectiva regrese a estable, necesitamos que hubiera señales en el crecimiento, que veamos que 2019 y 2020 son realmente atípicos y que el crecimiento va a recuperar su senda de 2%”, comentó en conferencia telefónica Mariane Ortíz-Bollín, analista de riesgo soberano de Moody’s.
Para 2019, Hacienda espera un crecimiento de entre 0.6 y 1.2%, y para 2020 prevé un rango de entre 1.5 y 2.5%, de acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) de 2020.
Moody’s en tanto, no es tan optimista: para este año prevé un crecimiento de 0.5% y para 2020 estima a lo mucho 1.5%, con riesgos a la baja.
2021, el año más complicado
Ortíz-Bollín comentó que es muy probable que, para 2021 el gobierno enfrente la disyuntiva de recortar gasto o bien, aumentar los niveles de deuda para cumplir con sus metas.
Esto porque en 2019 y 2020 puede echar mano del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), en caso de no cumplir sus metas de ingresos, recursos con los que es probable que ya no cuente en 2021,
“La disyuntiva de menor gasto o mayor deuda es probable que se enfrente en 2021, porque en 2019 y 2020 el gobierno va a seguir comportándose como hasta ahora, el riesgo lo vemos más a futuro”, dijo Ortíz-Bollín.
En este sentido, recordó que el mayor riesgo fiscal para México es Pemex, debido a los altos montos de apoyo que requiere para elevar la producción de petróleo, que de acuerdo a Moody’s son de dos puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB).