Moody’s recortó la calificación de Pemex de ‘Ba2’ a ‘Ba3’ ante el elevado riesgo de liquidez de la petrolera y su creciente riesgo de negocio por sus altos niveles de vencimiento de deuda.
La agencia calificadora consideró que el elevado endeudamiento a medida que amplía su capacidad de refinación y producción generará mayores pérdidas operativas a corto y mediano plazo en el negocio de refinación.
Entre 2018 y 2020, las pérdidas operativas de este segmento ascendieron a casi 17,000 millones de dólares, apuntó en una nota.
La perspectiva se mantiene negativa, principalmente debido a la perspectiva en el mismo sentido de Moody’s sobre México.
La calificadora reconoció que Pemex ha sido exitosa en revertir la caída en producción y reservas en los últimos dos años y espera que esto continúe en 2021.
Sin embargo, prevé que su generación de flujo de efectivo y sus métricas crediticias seguirán deteriorándose durante los próximos tres años, a medida que eleve su producción de gasolina mientras enfrenta una capacidad limitada de inversión, altos vencimientos de deuda y precios volátiles del petróleo y los combustibles.
La firma destaca que desde 2016, el gobierno ha apoyado a Pemex de diversas maneras y estima que esto continuará para que la empresa pueda cumplir con sus compromisos de deuda en los próximos años.