México responderá con la aplicación de aranceles hacia Estados Unidos (EU) en caso de que el país vecino apruebe restricciones a los autos eléctricos fabricados fuera de esa nación, comentó la titular de la Secretaría de Economía (SE), Tatiana Clouthier.
En conferencia de prensa, la funcionaria abundó que las autoridades mexicanas buscarán la forma de presionar a los estadounidenses para evitar que las medidas —que se discuten en el Senado de EU— logren ser aprobadas.
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La propuesta es discriminatoria y nos pone en desventaja ante los vehículos producidos en EU. Se evaluará el mecanismo y la forma en que México puede castigar con aranceles o sanciones y que estos sean en puntos estratégicos donde EU puede reflexionar sobre las acciones que tome en contra del mercado automotriz mexicano
afirmó Tatiana Clouthier.
Clouthier también dijo que en la dependencia tienen un propósito y es defender a la industria automotriz mexicana. Además, recordó que las medidas del país vecino van en contra del Tratado México Estados Unidos Canadá (T-MEC).
Competencia se dañará en Norteamérica y Europa
Además, Clouthier comentó que, de aprobarse el proyecto de Ley de Estados Unidos disminuiría la competencia y afectaría no solo a la industria automotriz de América del Norte, sino también del mercado europeo.
La funcionaria comentó que esta decisión generaría mayores presiones migratorias, ya que la industria automotriz mexicana crea millones de empleos en el país y, al verse afectada, los empleados podrían buscar mejores oportunidades en Estados Unidos
Al ser cuestionada sobre si dichas medidas afectarán a la inversión y que exista una posible fuga de capitales, respondió que no esperan fugas de capitales pero sí movimientos en las automotrices.
Las medidas que ahora se discuten en el Senado de EU podrían entrar en vigor en el 2027 y prevén aranceles a autos eléctricos producidos fuera de dicha nación, así como a las importaciones de autopartes de los mismos.
Reglas de origen, la otra disputa entre México y EU
Las reglas de origen en vehículos fueron un tema espinoso desde la negociación del acuerdo comercial tripartita y tras su entrada en vigor, las diferencias sobre la interpretación del cálculo en el contenido regional de las partes esenciales de un auto se acentuaron.
Bajo lo establecido en el T-MEC, se acordó incrementar el valor de contenido regional de un auto de 62.5% a 75% gradualmente. Esto significa que las partes esenciales del auto (como el chasis, motores, transmisión, dirección o baterías) deben estar fabricadas por México, Canadá o Estados Unidos.
Estados Unidos difiere de México —y de Canadá— respecto a la metodología con la que debe calcularse la parte esencial de un auto para ser considerada como originaria.
En agosto, el desacuerdo llevó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador a solicitar las consultas bajo el capítulo 31 del T-MEC para aclarar la aplicación e interpretación en rubros como el valor de contenido regional en vehículos de pasajeros, camiones ligeros y sus partes; disposiciones con las reglas de origen específicas por producto para mercancías automotrices y el valor de contenido regional.
En un inicio, la subsecretaria de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Luz María de la Mora, se mostró confiada en lograr una solución amistosa.
“No se trata de ceder nada porque las concesiones se dieron durante la negociación (…) lo que estoy esperando es que Estados Unidos, México y Canadá podamos aplicar el tratado como lo negociamos”, dijo en entrevista con EL CEO el pasado agosto.
Con información de Elizabeth Albarrán