La derrama económica de las fiestas decembrinas, la fortaleza del mercado laboral y el impulso de los ingresos mediante los programas gubernamentales, las remesas y el alza en el salario mínimo no impidieron que el consumo privado cayera en el último mes del 2023.
El Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló una disminución de 0.02% a tasa mensual durante diciembre pasado, tras un crecimiento previo de 0.07%.
Si se considera únicamente el último mes de cada año, se observa que la baja de 0.02% representa el primer retroceso desde el 2019, cuando se registró una variación negativa de 0.82%.
Mientras a tasa anual, el IOCP aumentó 4.5%, que si bien significa el menor crecimiento en los últimos cuatro meses, también hila medio año con alzas superiores a 4%.
Los anteriores resultados manifiestan que en todo el 2023 el consumo privado ascendió 4.1%, el menor nivel en el periodo postpandemia, es decir, a partir del año 2021.
El talón de Aquiles del consumo privado es la reducción del poder adquisitivo de las familias mexicanas, derivada de la todavía elevada inflación y la alta tasa de interés, indicadores que restan fuerza a la estabilidad laboral y a las fuentes de ingresos.
Por debajo del estimado
El crecimiento de 4.1% del consumo privado, según datos del IOCP, queda por debajo de la estimación de 4.3% de los mercados, los cuales depositaron su confianza en los bienes importados por la apreciación del peso en los últimos meses del año pasado.
Para el 2024 se prevé que el consumo privado crecerá alrededor de 3.5%, debido al alza en el salario mínimo real, las remesas y las transferencias que el gobierno otorga a ciertos grupos de la población. Será especialmente relevante para el consumo el tipo de cambio, pues de continuar apreciándose el peso, implicaría pérdida de poder adquisitivo de las remesas
detallaron analistas de Banco Base en un comunicado.
Por su parte, estrategas de Banorte prevé que, pese a señales más adversas en el frente de precios en el corto plazo, habrá motores este año que detonen el consumo, como el aumento del 20% al salario mínimo y el alza en los montos de las transferencias de los programas sociales.
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