Los productores mexicanos de jitomate, o tomate rojo, están listos para llevar la disputa comercial que tienen contra los productores de Florida, Estados Unidos, ante las autoridades de comercio internacional.
En caso de no lograr un acuerdo pronto, será la Comisión de Comercio Internacional la que se encargue de emitir un dictamen, pero durante ese proceso es posible mantener las negociaciones, dijo Mario Robles, representante de los productores mexicanos, en conferencia de prensa.
Estamos preparados para lo que venga si hay que llegar a última instancia y demostrar que no afectamos a los productores de Florida
comentó Mario Robles.
Los productores de Florida acusan, desde 1996, de prácticas desleales a los productores mexicanos. Sin embargo, para los tomateros mexicanos, la desventaja radica en que los estadounidenses no han actualizado sus procesos de cultivo en los últimos 30 años.
Si el Acuerdo de Suspensión Antidumping al que llegaron en 1996 no es renovado, los productores mexicanos estarían obligados a pagar un arancel de 17.5%, lo que dejaría en desventaja a los pequeños agricultores.
“Preferimos un acuerdo negociado que un litigio, pero solo si la negociación es justa y no obedece a los intereses de productores de Florida, sino a los de todos los involucrados”, dijo Mario Robles.
En días pasados los productores mexicanos acudieron al Departamento de Comercio de Estados Unidos para presentar una propuesta que les permita negociar un nuevo acuerdo de suspensión del jitomate.
En febrero, el Departamento de Comercio notificó a los productores mexicanos su intención de terminar con el Acuerdo de Suspensión de 1996 y reactivar la investigación.
En la propuesta, los agricultores de tomate concedieron eliminar el precio de verano, 15% más barato, para que se mantenga el precio de la cosecha de invierno durante todo el año, como solicitaron los productores de Florida.
Adicionalmente, propusieron un modelo de vigilancia estricta para monitorear las ventas de los tomates mexicanos en Estados Unidos y la imposición de un pago por defecto de calidad en la producción mexicana.
Pese a los esfuerzos, los productores de tomate de Florida buscan mantener un acuerdo que dejaría fuera del mercado a los mexicanos.
El tomate es el tercer producto en importancia en la canasta de exportaciones mexicanas, después de la cerveza y el aguacate. En el país se producen 3.5 millones de toneladas de la verdura al año.