Donald Trump lo hizo otra vez, y desde Twitter atizó el fuego de la guerra comercial con China, la segunda economía más importante y su principal proveedor, lo que amenaza de nueva cuenta a los consumidores y a la economía global.

El presidente de Estados Unidos tuiteó el domingo que no estaba contento con las conversaciones con China, ya que han avanzado lentamente.

El mandatario dijo que los aranceles actuales de 10% sobre 200,000 millones de productos chinos aumentarán el viernes a 25% y los 325,000 millones de productos chinos adicionales que estaban libres de impuestos estarían “en breve” sujetos a aranceles de 25%.

Luego del cierre de los mercados este lunes, Robert Lighthizer, representante de Comercio de Estados Unidos, confirmó que a las 12:01 horas del viernes el gobierno impondrá los aranceles.

Lo anterior pese a que la reunión con los representantes comerciales de China, liderados por el economista y viceprimer ministro, Liu He, está agendada para el jueves y viernes en Washington D.C.

Estimamos que la tasa interanual de inflación podría aumentar aproximadamente 0.15%. Sin embargo, el presidente Trump también amenazó con implementar aranceles de 25% sobre las importaciones restantes de China, valuadas en alrededor de 290,000 millones de dólares

escribieron economistas de Wells Fargo en un reporte.

Agregan que, dado que los aranceles sobre muchos bienes de consumo terminados son inevitables, los impuestos generales sobre las importaciones restantes podrían elevar la inflación hasta en 0.4%.

Apenas hace un mes, Trump había tuiteado que las pláticas con China para dejar atrás los aranceles eran “épicas”, pero ahora las conversaciones con la delegación del país asiático penden de un hilo.

Aún con los aranceles que Estados Unidos ha impuesto, China se mantiene como su principal proveedor, pero lo cierto es que las importaciones desde Estados Unidos se han desacelerado. En los dos primeros meses del año, Estados Unidos importó 74,800 millones de dólares de China, 11.85% menor a los 84,856 millones del mismo lapso del año pasado.

Trump también consiguió reducir las exportaciones estadounidenses a China a 15,568 millones de dólares desde los 19,641 millones de un año antes.

En un inicio, algunas empresas pueden absorber los sobrecostos que implican los aranceles en un escenario en el que estimen que estos son temporales o si bien los consumidores reducirán con fuerza su consumo, por lo que optan por sacrificar margen de ganancias.

Aunque hay empresas atadas a contratos con precios ya pactados que no pueden absorber estos costos, de acuerdo con Wells Fargo.

A mediados de abril, el Fondo Monetario Internacional recortó sus expectativas para el crecimiento de la economía mundial para 2019 a 3.3 desde 3.6%, en gran parte por las tensiones comerciales y la incertidumbre que esto ha generado.

De acuerdo con Wells Fargo, los efectos negativos de la guerra comercial para el crecimiento mundial respaldarían el valor del dólar.

A pesar de esto, el lunes la moneda mexicana cerró con una ligera ganancia de 0.01%, lo cual podría revertirse en las próximas sesiones si China y Estados Unidos no llegan a un acuerdo pronto.

“Es probable que (esta semana) las divisas de economías emergentes como el peso mexicano, pierdan terreno frente al dólar”, comentó Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base.