Por: Elizabeth Albarrán y Marisol Morelos
A tres años de que se promulgara una de las leyes más ambiciosas del sistema financiero mexicano, la Ley de Tecnología Financiera, mejor conocida como Ley Fintech, los avances han sido lentos, a pesar de una creciente oferta de empresas que buscan incursionar al mercado de servicios financieros no tradicionales.
El ocho de marzo de 2018, el entonces presidente Enrique Peña Nieto dio el banderazo a un marco regulatorio para servicios como pagos digitales, financiamiento colectivo (crowdfunding), activos virtuales como criptomonedas, las API o intercambio de información entre instituciones y la regulación sandbox.
Todo estaba listo, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) llevaría la batuta para comenzar esta nueva era, pero el sector fintech no contaba con el freno que tendrían las autorizaciones ante la fuga de personal especializado del regulador con la llegada del nuevo gobierno, la renuncia del director general y el paro de actividades que traería la pandemia de COVID-19.
Los años que tomó sacar adelante un marco regulatorio y a tres de que se haya promulgado la ley parecen no estar dando los resultados esperados; hasta el momento la CNBV solo ha autorizado al 3% de lasempresas registradas para operar como Institución de Tecnología Financiera (ITF).
Se trata de NVIO Pagos y Trafalgar Digital, las cuales fueron autorizadas como Instituciones de Fondos de Pago Electrónico. También se autorizó a Doopla como Institución de Financiamiento Colectivo, de acuerdo con lo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) y las mismas empresas.
Estamos muy orgullosos de haber acompañado a Trafalgar Digital en la obtención de su autorización para organizarse y operar como Institución de Fondos de Pago Electrónico. ¡¡¡Muchas felicidades!!!
¡¡Qué emoción, mi primera fintech autorizada como consultora!! y las que vienen… pic.twitter.com/9UdHGvxdFC— Rocio Robles (@lachiorobles) March 9, 2021
A la espera se encuentran todavía 58 firmas que esperan ser autorizadas para operar como Instituciones de Fondos de Pago Electrónico y 33 compañías enviaron sus solicitudes para operar como Instituciones de Financiamiento Colectivo.
De acuerdo con la tercera entrega de la Cuenta Pública 2019, realizada por la Auditoría Superior de la Federación (ASF), es necesario que se defina qué pasará cuando una de las empresas tenga que cerrar debido a que no logre obtener su autorización para operar.
Además, las autoridades responsables también deberán identificar a las fintech que no hayan solicitado ni obtenido autorización para operar y se deberá alertar a los usuarios sobre los riesgos de operar con dichas entidades.
Ponen freno a las fintech autorizadas
NVIO Pagos México, una plataforma para hacer pagos a cualquier cuenta de banco, número de celular o correo electrónico recibió su aprobación por parte de la CNBV el 22 de enero de 2020.
Si bien ya entregó su expediente y cumplió con las reglas para que la CNBV le diera la autorización, aún no se consolida al 100% su proceso para poder operar por dos años.
Desconozco porque no tengan ya el permiso; en la ley no se tenía previsto que hubiera un freno adicional
dijo Bernardo González Rosas, quien fue presidente de la CNBV y fue partícipe en la creación de la Ley Fintech.
Cuando un banco quiere entrar al mercado, la CNBV le da la primera autorización de operación, pero la institución no opera de manera inmediata. Lo que sucede tradicionalmente es que el banco debe convencer al regulador de que tiene todo listo para operar, comentó el ahora presidente de la Asociación Mexicana de Afores.
“Entonces hay una segunda autorización que se llama el inicio de operaciones, la cual depende de que los sistemas del banco estén operando bien y los manuales se estén implementando correctamente y es posible que esto mismo esté sucediendo con los permisos de las fintech”.
Para Mario di Costanzo, expresidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), el problema de que no haya mayores autorizaciones para las fintech se debe en gran medida a que no es parte de las prioridades del gobierno.
Se está enfocando en impulsar más al Banco del Bienestar y todo lo relacionado con las fintech lo está dejando atrás, de hecho, con el recorte de personal en la CNBV, parece que dejó de existir la dirección de regulación y supervisión de las fintech
Obligaciones se equiparan a la de los bancos
Para tener mejores resultados de la Ley Fintech, lo que se debió hacer desde un inicio es una regulación diferenciada, pues lo que se aprobó solo le generó mayores costos a estas compañías, indicó di Costanzo.
“Lo que se hizo con la ley aprobada es meter a las fintech al esquema de regulación tradicional, lo que provocó que esos modelos de negociación elevaran sus costos y se rompiera la naturaleza de su existencia”.
Tania Martínez, abogada y oficial de cumplimiento de Cumplo, una empresa del rubro, comentó que el adaptarse a una nueva forma de reportar información a la CNBV implica mayor carga de trabajo no solo a las fintech, sino a la misma CNBV.
Las obligaciones son mucho más amplias comparadas con otro tipo de entidades. Estamos casi comparadas con un banco. Son muy parecidas. Obviamente tenemos algunas limitantes, no llegamos a todas pero sí vamos a tener muchísima información que reportar en tanto la parte de estados financieros, operaciones de prevención de lavado de dinero, comisiones, contratos, despachos de cobranza
Tania Martínez
Martínez ejemplificó que Cumplo, en proceso de obtener su autorización, no opera ni con divisas extranjeras ni con monedas virtuales, lo cual les reduce la carga de trabajo. Aunque las entidades que llegasen a operar de esa forma, tendrían que realizar reportes adicionales.
Una vez autorizadas por la CNBV, las fintech deben cumplir con ciertos niveles de liquidez y un mínimo de capitalización. Además, deben cumplir con criterios de prevención de lavado de dinero y cumplir con reglas de protección de datos para los usuarios.
Algo que es muy importante para las FinTech es la parte de la capitalización que nos pide la Comisión. Para poder evidenciar este cumplimiento, todas las fintech vamos a tener que estar publicando nuestros estados financieros y lo podrá ver el público en general. Verán nuestros números y tener toda la información respecto a cómo seguimos avanzando y creciendo
agregó Martínez.
El diagnóstico: orillan a la modernización de la banca tradicional
Con la llegada de estos nuevos servicios financieros se decía que las instituciones tradicionales como bancos, casas de bolsa, aseguradoras o las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofomes) podrían desaparecer o reducir su participación en el sistema financiero mexicano.
Sin embargo, esto está muy alejado de la realidad, pues lo que se ha observado es una importante sinergia entre instituciones financieras tradicionales y las fintech, comentó González Rosas.
“Han logrado que los bancos pongan más atención a temas de modernizarse y sobre todo en atención al cliente. En tanto las fintech se han dado cuenta que operar una entidad financiera no es tan sencillo”.
A tres años de que se promulgó la ley y si bien se reconoce su relevancia en el sector financiero, todo dependerá de la apertura y visión que se tenga no solo del sector privado, sino del gobierno federal.