La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuvo este miércoles su tasa de interés de referencia en un rango de entre 2.25 y 2.50%, pero señaló posibles recortes en su instrumento de hasta medio punto porcentual durante el resto del año para responder a una creciente incertidumbre económica y una reducción de las expectativas de inflación.

Tras su más reciente reunión de política monetaria, el banco central informó que “actuará según sea apropiado para sostener” una década de expansión.

Además dejó de lado la promesa de ser “paciente” en el ajuste de sus tasas. Casi la mitad de los funcionarios del Comité Federal de Mercado Abierto, el órgano encargado de las decisiones de política monetaria, muestra ahora una disposición a reducir el precio del dinero en los próximos seis meses.

Si bien las nuevas proyecciones económicas mostraron que las opiniones sobre el crecimiento y el desempleo se mantuvieron prácticamente sin cambios, la inflación se espera ahora en 1.5%, menos que el 1.8% que proyectaron en marzo.

Además, los funcionarios anticipan que la meta de inflación de 2% no se cumplirá tampoco el próximo año.

Estas proyecciones abren la puerta para que el banco central baje su tasa en poco tiempo si la economía del país se debilita o si aumentan las disputas comerciales de Estados Unidos con China y otras naciones.

La Reserva Federal siguió considerando que el mercado laboral era “fuerte”; sin embargo, la caída de la inflación fue un golpe para un banco central que esperaba alcanzar su objetivo en algún momento del próximo año.

Pistas sobre el tamaño del potencial recorte

Siete de los 17 miembros de la Fed dijeron que sería apropiado un recorte de las tasas de medio punto porcentual en el año, mientras que ocho ven una baja de un cuarto de punto desde su rango actual.

La apertura de la Fed a futuros recortes de su tasa clave desafía la presión de la administración del presidente Donald Trump a medida que sus crecientes disputas comerciales se suman a las preocupaciones sobre una economía que se enfría.

El presidente de la entidad, Jerome Powell, dijo este mes que el banco central estaba listo para actuar si las condiciones comerciales empeoraban.

La administración de Trump ha preparado aranceles para otros productos chinos por un valor de 300,000 millones de dólares, una escalada en la guerra comercial que dejaría a ambas economías tambaleándose.

Esta es la primera reunión de política monetaria desde que Trump elevó los aranceles a importaciones chinas con un valor de 200,000 millones de dólares, y de que amenazara a México con tarifas escalonadas.

Esas acciones hicieron que los funcionarios de la Reserva Federal cambiaran su tono, ya que desestimaron en gran medida las consecuencias macroeconómicas de las políticas comerciales de Trump, y se preocuparon de que pudiera surgir un nuevo orden mundial de aranceles persistentes y de cadenas de suministro globales reordenadas.

El peso recibe con optimismo el anuncio

El dólar se ubicó en su menor nivel frente al peso en casi tres semanas en el mercado interbancario. Al cierre de la jornada de este miércoles, el peso se fortaleció 0.36% frente a la divisa estadounidense.

Powell pretende terminar su mandato en la Fed

En medio de la presión que ha ejercido Trump sobre él, Powell dijo en conferencia que pretende cumplir con su mandato de cuatro años.

“Creo que la ley es clara: tengo un mandato de cuatro años y tengo la intención de cumplirla”, aseveró tras darse a conocer un reporte de que abogados de la Casa Blanca estudiaron a principios de este año si podían sacarlo de la presidencia del banco central.

Powell indicó además que integrantes del banco central ven más argumentos para un recorte de tasas.

“Se fortalecieron las razones para rebajar tasas”, sostuvo.

El presidente aseguró que incluso los miembros del banco central que favorecieron el status quo “están de acuerdo en que las condiciones para una política monetaria más acomodaticia se han fortalecido desde nuestra reunión de mayo”.

Powell agregó que muchos de los miembros  “quieren ver más” antes de bajar el precio del dinero, y enfatizó que se reaccionará a tendencias duraderas y no a eventos puntuales.

Con información de Reuters