Entre 2021 y 2022, llegará la hora para que la primera generación de trabajadores cuyos ahorros son administrados por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) se pensionen, en un escenario muy poco halagüeño

El panorama respecto a los recursos que recibirá esta generación del sistema privado de pensiones no es optimista, ya que en promedio se retirarán con 26% de su último sueldo, lo que abre la puerta al desarrollo del mercado de las rentas vitalicias, que en México no ha sido explorado.

Las rentas vitalicias son un sistema al que los usuarios pueden acceder una vez que llega el momento de recibir una pensión, a través del cual una aseguradora se encarga de administrar su dinero y su acceso a servicios de salud cada mes a cambio del pago de una comisión.

Las Afores registraron 63.3 millones de cuentas al cierre de febrero de este año, 5.2% más que en el mismo mes de 2018, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

No obstante, adquirir una de estas rentas tampoco luce algo fácil para un pensionado, debido a los bajos montos que los trabajadores tienen en su Afore, lo que en algunos casos será una limitante para contratar el servicio de la aseguradora.

El problema a resolver es, como los trabajadores no tienen suficientes recursos, las primas que deben pagar a las aseguradoras son altas. Será importante bajar el costo de las comisiones y otorgar mayores incentivos fiscales para que este producto sea más atractivo y se desarrolle con mayor facilidad en el futuro, cuando el mercado sea más grande

dijo Elvira Méndez, especialista en Finanzas de la Universidad La Salle.

Hasta ahora, las rentas vitalicias han quedado en el olvido como resultado de la baja demanda que hay del servicio, de acuerdo con el ‘Estudio sobre los sistema de pensiones: México’ de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

En el análisis, la OCDE recomienda combinar el retiro programado con las rentas vitalicias para dar una mayor flexibilidad y liquidez a los trabajadores que están por pensionarse.

Aunque se prevé que en el futuro la demanda crezca, para fomentar el crecimiento de este mercado, es necesario que el gobierno federal, de la mano de la Consar, realicen campañas para explicar en qué consisten y que los trabajadores comiencen un ahorro que les permita acceder a este servicio.

Ante el crecimiento de la demanda, también se espera que crezca la competencia, situación que fomentaría menores costos por parte de las aseguradoras.

En tanto, la OCDE también proyecta que un desafío para las aseguradoras es diversificar los riesgos que surgen ante la longevidad de las personas en el país, ya que deben cubrir el gasto hasta que las personas fallecen, situación que encarece las comisiones.

A esta situación se suman los riesgos financieros, que están relacionados con el nivel de las tasas de interés en el país y también de la inflación, lo que incide en el valor de una renta vitalicia para los trabajadores.

La renta vitalicia es un buen esquema, puede permitir mejorar un poquito el monto de la pensión, pero realmente no es una transformación importante, es complemento. Es importante una reforma al sistema que permita aumentar las aportaciones del 6.5 actual a un 14%

comentó Jorge Sánchez Tello, director del programa de investigación aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).

La realidad en México apunta a que de no cambiar el sistema de pensiones, en 30 años una persona nacida en México después de 1985 tiene 41.1% de probabilidades de vivir en condiciones de pobreza como adulto mayor, de acuerdo la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).