El optimismo de los consumidores en México está en su mejor momento. El Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) se ubica en máximos desde 2001 –cuando se comenzó con la encuesta– impulsado por el triunfo de Andrés Manuel López Obrador, pero aun con este sentimiento, los mexicanos se resisten a acelerar el consumo.
En febrero de 2013, cuando Enrique Peña Nieto era presidente, el ICC se ubicó en 39.6 puntos.
“Es muy evidente que el alza en este indicador se registró después de las elecciones y además ha ido subiendo más en los primeros meses del gobierno y eso habla de que la gente es optimista del respecto a las acciones que está tomando el gobierno, como el combate al huachicol y los programas sociales”, dijo Jesús López, estratega de Banco Base.
De acuerdo con el indicador, la mayoría de los encuestados percibe que su situación económica, y la del país, es mejor que hace 12 meses, y además proyecta un mejor panorama para el siguiente año, de acuerdo con cifras de INEGI y Banco de México. En febrero, el ICC subió 2.3 puntos en cifras desestacionalizadas a 47.8 puntos.
Sin embargo, hasta ahora el sentimiento de optimismo no se ve reflejado en un mayor dinamismo en el consumo nacional, pues más bien se nota una desaceleración en las ventas de las tiendas de autoservicio y departamentales y en un menor crecimiento en el consumo interno.
Las ventas a tiendas iguales, es decir, las que tienen más de un año en operación, de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), entre ellas Soriana y Liverpool, crecieron 2.5% en enero, su menor ritmo desde abril de 2018.
Los resultados de ventas de la ANTAD de febrero, que se publican en los próximos días, serán de gran relevancia, a fin de contar con mayores elementos para evaluar el desempeño del consumo.
En tanto, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior disminuyó 0.1% en diciembre pasado en comparación con el mes anterior, de acuerdo con cifras desestacionalizadas. Por componentes, el consumo de bienes importados descendió 0.4% y los servicios de origen nacional decrecieron 0.1% en el mismo periodo.
Dentro de los componentes del ICC se observa que las mejores perspectivas se dan a futuro y es porque la gente está a la espera de que aterricen los proyectos del gobierno, como los programas sociales, y que estos tengan incidencia positiva en las finanzas de los hogares
dijo Carmen Alcibar, directora del área de análisis económico de Grupo Bursamétrica.
Entre la inflación y la creación de empleos
Al sentimiento de optimismo de los mexicanos se suma la desaceleración de la inflación, que en febrero subió 3.94%, su menor nivel en dos años, de acuerdo con datos de INEGI.
La desaceleración de los precios es una barrera para evitar una caída del consumo, del cual depende cerca de 65% del Producto Interno Bruto. Por ello, para reactivarlo el gobierno federal requiere incentivar otros rubros de la economía nacional, principalmente la creación de empleos, coinciden los especialistas consultados.
Ahora, habrá que esperar por lo menos dos meses para conocer el impacto de los programas sociales en el consumo nacional, así como los efectos del aumento en el salario mínimo.
No obstante, el gobierno del presidente López Obrador también necesita impulsar al sector privado para que sus inversiones generen empleos y de esta forma aumentar el efectivo disponible entre los consumidores.
Para lograr esta meta, el gobierno debe recuperar la confianza de los inversionistas y delinear programas para que participen en los proyectos que se desarrollarán en el país, como la construcción del Tren Maya.
Hay datos positivos (en la economía), el reto hacia adelante va a estar en que los ingreso reales de la población en el país crezcan y que la economía crezca en tasas positivas para que la masa salarial (efectivo disponible) supere el 4.8% con el que cerró 2018
comentó Jesús López, de Banco Base.