La tasa de desempleo subió 3.5% en el primer trimestre de este año, situación que causará que los consumidores prioricen su gasto, ya que tendrán menos efectivo disponible para comprar bienes o servicios.

Con un menor efectivo disponible a causa del desempleo, los mexicanos limitan sus compras a productos de primera necesidad, situación que causará un impacto en la venta de bienes durables, inmuebles, ropa y calzado, y otros sectores como el de mejoras para la vivienda.

Nos preocupa que se prolongue el estancamiento en las inversiones y que eso siga afectando la generación de empleos y, en consecuencia, se altere el comportamiento del gasto en los hogares

Alejandro Saldaña, gerente de análisis económico de grupo financiero Ve por Más.

No obstante, los programas sociales del gobierno pueden ser el contrapeso a la desaceleración del consumo. En los primeros tres meses del año, de los 1.9 millones mexicanos sin empleo, 7.4% recibía apoyo económico de algún programa de gobierno, lo que de acuerdo con analistas, ayudaría a elevar el consumo a nivel nacional.

Las primeras afectadas son las cadenas de retail y departamentales de gama alta, sin embargo, hacia el futuro hay que monitorear el sector y mantener el dinamismo en la industria, que reporta dos terceras partes del Producto Interno Bruto del país

Alberto Carrillo, analista senior de Signum Research.

Adiós al optimismo

De acuerdo con los analistas consultados, el desempleo también ha disipado el optimismo de los consumidores, quienes por lo general suelen ser negativos.

La confianza de los consumidores alcanzó máximos históricos desde 2011, después de que Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia, y registró su nivel más alto en febrero, cuando se ubicó en 47.8 puntos.

En abril, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) bajó 1.9 puntos a 45.5 con cifras desestacionalizadas, su nivel más bajo en lo que va de este año, de acuerdo con datos del INEGI

En tanto, el optimismo respecto al panorama económico para los próximos doce meses cayó 0.9 puntos, como resultado de un panorama menos alentador para el dinamismo de la economía nacional.

Vamos a ver un impacto en el consumo en el futuro, por ello es necesario que el gobierno federal afine el presupuesto para proyectos rentables de inversión y recobrar la confianza de los inversionistas para dinamizar la creación de empleos en el país

Víctor Valdivia, presidente de Kratos Consultores, una consultoría de análisis económico y político.

A la caída en la confianza se suman las presiones en los precios, otro factor que obliga a los mexicanos a limitar sus compras. En los primeros 15 días de mayo la inflación subió 4.43% anual.

“La inflación alta afecta directamente en el poder adquisitivo de los hogares, y aunque hay una recuperación por el alza al salario mínimo este año, si los precios no se moderan, será un factor adicional que presione el consumo en los hogares”, dijo Saldaña.